ucho debe de pasar por la cabeza de Javier Eposto en estos momentos. No es fácil tomar una decisión semejante: dejar todo por un sueño. El deseo de aprender aún más en la faz deportiva y lograr acceder a ligas más competitivas, con una talla superior futbolísticamente hablando, el hoy ex orientador de Los Cuervos del Fin del Mundo prepara las valijas para así el mes que viene marcharse a la Ciudad de Buenos Aires.
El diario del Fin del Mundo se contactó con el orientador, único del medio local que posee el curso de técnico en su haber, quien confirmó que ya tendría acordado con Ramón Ismael Medina Bello, aquel potente delantero que vistiera la casaca de River, Racing y la Selección Argentina, entre otros conjuntos, su incorporación a la escuela de fútbol que tiene el "Mencho" en Capital Federal.
Desde que atendió el teléfono hasta el final de la entrevista, Javier Eposto pasó de polo a polo, de estar feliz con sus palabras a demostrar tristeza; de desperdigar ilusión a irradiar desazón por la partida. Para los psicólogos: ambivalencia pura. Es lógico; más que entendible.
"Con el afán de ir creciendo analizamos con mi familia una propuesta laboral en Buenos Aires y uno reconoce que allí está el camino del fútbol que uno quiere transitar, por eso en los primeros días de julio estaremos por allá para darle forma a la propuesta", confió entusiasmado el DT, que además de su grato paso por Los Cuervos, integró en varias oportunidades el cuerpo técnico de la Provincia en los Juegos de la Araucanía. Y añadió: "La gente ligada a Medina Bello está trabajando con algunos jugadores, que está representando. Hay un "profe" que se encarga de inculcar toda la parte física y yo me dedicaría a toda la parte técnica de los jugadores".
Acerca de las funciones que cumplirá en la Capital porteña, el orientador afirmó que "si bien no es lo que uno ama, porque a mí me encanta estar al costado de la cancha y dirigir; es el puntapié inicial para hacerme ver y estar atento ante alguna posibilidad de conformar algún cuerpo técnico a futuro".
El alejamiento no es para nada fácil. Es "tristísimo". Los sentimientos y las vivencias personales dejan al descubierto que "es durísimo porque hay gente a la que quiero mucho y a la vez, que me ha enseñado muchísimo".
En cuanto a Los Cuervos del Fin del Mundo, elenco con el que obtuvo el certamen liguista en 2008 realizó un fantástico papel en el Torneo del Interior 2009, expresó: "Siento un dolor muy grand. Hablé con el presidente (Andrés Almada) y toda la comisión directiva, y ninguno se opuso, por el contrario, apoyaron todo mi pensamiento. Con el grupo en todo momento me sentí muy cómodo, me tocó con el cuerpo técnico formar a los "pibes" y después de haber recorrido el primer Argentino "C", dejar el equipo cuesta demasiado".
"Ellos tienen que saber que todos aspiramos a crecer y tengo 35 años, considero que para la dirección técnica tengo la edad justa para empezar. Fue imposible hablar con el plantel, pero estamos organizando una cena. Espero que sepan comprender el mensaje", sostuvo con melancolía y esperanzas de comprensión, por parte del plantel que forjó y condujo tanto en la Liga Ushuaiense como en el Argentino "C".
A modo de despedida, Javier Eposto le dejó un mensaje de agradecimiento a "la gente del fútbol por haberme dado un espacio. Sepan que en Buenos Aires estaré atento ante cualquier necesidad para todo lo que pueda surgir a futuro. No me voy para siempre, por el contrario voy a dar mis primeros pasos y aprender todo lo que pueda, para luego, en mi retorno, plasmar toda la experiencia vivida en el medio local".
Como él mismo confió, no se va "para siempre", sino que se marcha en busca de nuevos horizontes, con una meta a la vista: el sueño de dirigir en el fútbol grande de Argentina.
