Explosión en la empresa Ingeniería Guerra

Pasó desapercibido el décimo aniversario de una tragedia impune

26/03/2010
C
on sencillos homenajes, el Cuartel de Bomberos Zona Norte recordó el décimo aniversario de la muerte bombero Diego Sánchez como consecuencia de la explosión ocurrida en el interior de la empresa Ingeniería Guerra, del barrio San Vicente Paul, donde además perdieran la vida Ariel Canderle y Ceferino Guerra.
En diálogo con el diario del Fin del Mundo, Eduardo Solari, jefe del cuartel de bomberos Zona Norte, reflexionó sobre lo sucedió aquel 13 de marzo de 2000 a las 15.13: "Es una situación que recordamos todos los días. Hicimos el acto institucional, en el cementerio donde estuvimos todos los cuarteles de bomberos de la ciudad, donde rendimos homenaje a nuestro compañero Diego Sánchez. Fue un acto muy intimo muy nuestro. Es triste que la gente olvide este pasado tan reciente", comentó de forma emotiva.
Para los bomberos "hay un antes y un después. En esta explosión perdimos un compañero, un amigo, vimos camaradas heridos y lesionados de por vida, es terrible, es algo que nos acompaña por el resto de nuestros días", detalló Solari. Sin embargo reconoció que a partir de ese momento hubo un cambio en materia de seguridad "recordemos que la ciudad saco ordenanzas sobre cartelería y peligrosidad de los materiales que se almacenan las empresas en la zona industrial", recordó.
A Solari no le tembló la voz al momento de hablar de los responsables y de la causa judicial "en esta causa hay varios responsables que hicieron pasar explosivos como matafuegos, pero estamos en la argentina y eso quedó en la nada".

Sin culpables

A diez años de aquella terrible tarde parece que nada hubiera ocurrido después de que la sentencia de diecinueve carillas que absolviera libremente tanto al transportista Javier Alejandro Pavlov, como al despachante de aduana Marcelo Fabián Straguzzi, ambos acusados del delito de contrabando agravado por el ingreso ilegal de 500 kilos de gelamón disfrazados como matafuegos.
En tanto el camionero Ernesto Daniel Zubeldía, fue absuelto de ser partícipe de la misma maniobra ilícita. El empleado de la Aduana Ignacio Constanzi, fue declarado inocente de contrabando culposo, un delito más leve que incluía haber actuado con negligencia o impericia en su deber de control de la carga.
En todos los casos, los jueces Juan Leopoldo Velázquez, Gustavo Arturo Duprat y Raúl Hilario Fernández Orozco, consideraron que "no resultó legalmente comprobada la materialidad del delito que se les imputaba". Manghera de Marra había solicitado una condena de seis años de prisión para Straguzzi, Pavlov y Zubeldía, y una multa de 1000 pesos para Constanzi.
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