Se trata Jorge Villa, el jefe de resguardo de la Aduana de Ushuaia

Dudosa autoridad del funcionario que paró la carga de TFEQ

25/04/2011
C
uatro funcionarios de las reparticiones aduaneras de Tierra del Fuego le aseguraron a EDFM que la nota mediante la cual el jefe de resguardo de la Aduana de Ushuaia, Jorge Villa, no autorizó la descarga de la mercadería del buque Da Zhong, carece de validez toda vez que la única persona con autoridad local para emitir una inhibición de esas características no es un jefe de resguardo, sino la administradora de la Aduana, Gladis Sanabria.
El barco con material para iniciar el montaje de la planta que Tierra del Fuego Energía y Química SA, llegó a la bahía de Ushuaia el pasado jueves 9, pero el lunes 11 mediante nota 018/2011 Villa le informó a la empresa Ultramar Argentina SA, que “atento a lo informado en expediente de referencia (AA67/11/2265) y de acuerdo a lo ordenado por el Subdirector General de Control Aduanero (Silvio Luis Minisini), “no se autorizará la descarga de la mercadería, hasta tanto se apersone personal del Departamento de Investigación Especializadas de la citada Subdirección”.
Dos hechos en materia de reglamentación interna llamaron la atención a las fuentes; el primero, que Villa se dirigiera a la empresa operadora del buque y no al despachante de aduana acreditado por TFEQ, nexo natural entre la Aduana y la Empresa. El segundo, que el expediente no se iniciara en la Aduana Central y se originara en Ushuaia, por lo que se desconoce de qué manera y a través de que instrumento, Minisini le ordenó a Villa tomar una medida de esa naturaleza.
“Si hubiera una decisión de la Aduana Central, el expediente tendría como referencia la sigla AA001 y no AA67, correspondiente a la Aduana de Ushuaia”, coincidieron por separado. Por lo que no se entiende de qué manera interviene el Subdirector General, para resolver esa medida sin que exista fundamentación de las máximas autoridades de esa Administración Nacional, como lo son Ricardo Echegaray y Siomara Ayerán. Menos aún que la orden no se hubiera bajado a través de la Subdirección General de Operaciones Aduaneras del Interior, a cargo de Eduardo Balcedo.
De las consultas efectuadas en diferentes días a los cuatro funcionarios de Aduana a los que recurrió EDFM, se desprende que “si la empresa se presentara ante la Justicia Federal, tanto la Aduana como el funcionario firmante estarían en un grave problema”, toda vez que la orden “carece de validez” y no puede ser aplicada a una mercadería que aún no ingresó a depósito fiscal, donde sí tiene injerencia esa repartición de control. Como tampoco en un barco que ni siquiera amarró en puerto.
Para las personas consultadas, es al menos “rebuscado” el pedido de documentación que ampara la mercadería existente en el buque: “folletos, facturas y constancias del origen de cada uno de los elementos y si trazabilidad logística desde su manufacturación hasta su arribo”, dado que es escasamente frecuente una solicitud de tamaña envergadura. Más aún que las medidas estén dirigidas únicamente “a la mercadería sujeto a su análisis, no así al transportador”, como se indica en la nota; ya que bajo ninguna causa el barco (o si fuera también un camión), queda ajeno a una revisión de su documentación y origen.
Por lo que, como expusiera EDFM en ediciones anteriores, la nota parece sugerir que la alternativa que plantea Villa por orden de Minisini, es que el barco retorne de donde vino o se busque otro puerto fuera del país.
Lo cierto es que el buque sigue, después de 19 días, fondeado en la Bahía de Ushuaia, que TFEQ sigue buscando gestiones de buenos oficios ante el Ministerio de Industria de la Nación, sin acudir a los estrados judiciales, donde, se asegura, podría obtener un amparo inminente.

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