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urante el último fin de semana, en el marco de la celebración del fin de año 2011, el Municipio de Río Grande implementó la realización de intensos operativos preventivos de tránsito, en horarios y lugares elegidos en forma aleatoria, dando como resultado un preocupante aumento de casos en lo que a alcoholemia positiva se refiere.
El Secretario de Gobierno, Paulino Rossi, se manifestó “muy preocupado” porque “cambiamos la lógica de trabajo, pero siempre con los mismo recursos, y tuvimos un porcentaje muy alto de casos de alcoholemia positivo en conductores, lo que produjo 30 secuestros de vehículos durante el fin de semana, de los cuales 24 fueron por la presencia de mayor porcentaje de alcohol en sangre del permitido para conductores, lo que nos alarmó porque teníamos números muy bajos semanalmente”.
En tal sentido, el Funcionario tuvo en cuenta que “se trató de jornada festiva, pero siempre desde el Municipio estamos del lado de la vida, lo que implica también que debemos tener fuertes controles, porque es un riesgo permitir que haya conductores alcoholizados”, y recordó que “hay políticas muy claras a nivel nacional en cuanto a seguridad vial, estamos trabajando en conjunto, también con la gente de la Policía, y vamos a intensificar esto y aplicar todo el peso de la ley hacia esos conductores que no comprenden que manejar alcoholizados es un riesgo latente hacia los demás ciudadanos”.
Rossi aseguró que “vamos a mantenernos en ésta línea y en la concientización, porque buscamos hacer controles de este tipo y no tener casos positivos, porque no existe ningún ánimo recaudatorio, sino el de prevenir y evitar los accidentes de tránsito”, y señaló que “en los últimos años hemos avanzado mucho en esto, pero la última situación de este fin de semana nos puso una señal de alerta”.
Al referirse a los cambios producidos en cuanto a la tarea preventiva de controles en la vía pública, el Secretario de Gobierno de Río Grande indicó que “la consigna que estamos teniendo es no ser tan previsibles, porque quizás hoy con las diversas formas de comunicación existentes, rápidamente las personas pueden ser advertidas sobre estos controles, por lo que tratamos de establecer los horarios más críticos, teniendo quizás una capacidad de sorpresa, ni ser recurrente en cuanto a los lugares de los puestos de control, sino aleatorios, y en la periferia, no sólo en la zona céntrica de la ciudad”.
De igual modo Rossi evaluó que no cree “que se haya perdido efectividad en los controles, sino que hubo una fuerte concientización, y se logró bajar los niveles fuertemente, pero en ésta época hace que esta conciencia generalizada la ciudadanía se relaje un poco”, al advertir que “nosotros como Institución tenemos que hacer una autocrítica sobre la efectividad de los controles que hacemos, creo que hay una suma de factores que estamos reviendo para ver de qué manera, con los mismos recursos que tenemos, podemos mejorar el trabajo y ver qué niveles de inversión necesitamos para empezar a ampliar el poder de control en la ciudad, pero siempre teniendo en cuenta esto de que no se hace por un ánimo de hacer multa, sino para estar tranquilos al circular”, concluyó.
