Escándalo Glisud

Gatúbela burló a la Justicia por cuarta vez

21/02/2012
L
a ex apoderada de la empresa fantasma Glisud SA, Graciela D´adamo, apodada Gatúbela, no se presentó por cuarta vez consecutiva a prestar declaración indagatoria en el marco de la causa judicial que investiga desmanejos durante la gestión del ex gobernador Carlos Manfredotti.
D´adamo, de profesión contadora pública, está sindicada como una de las personas que posibilitó la maniobra delictiva mediante la cual Glisud se quedó con propiedades subvaluadas del Fondo Residual del Banco de Tierra del Fuego, en presunta complicidad con autoridades de la época.
Luego de tres declaraciones frustradas durante 2011, el juez Javier de Gamas Soler volvió a citarla para el último miércoles 15, pero según fuentes judiciales, la mujer volvió a faltar a la cita sin que trasciendan hasta el momento los motivos del nuevo aplazamiento.
La parte querellante en el caso, que representa al empresario Abel Zanarrello –uno de los damnificados por la supuesta estafa– solicitó la comparencia de la imputada por la fuerza pública o que se ordene su prisión preventiva.
El criterio de los querellantes es que la actitud de D´adamo demuestra un estado de rebeldía y un claro intento por demorar u obstaculizar la investigación judicial.
Según las fuentes, cualquier determinación sobre el tema será tomada por el juez De Gamas al regreso de su licencia por vacaciones, y no por la jueza María Cristina Barrionuevo que se encuentra subrogando el juzgado en ausencia de su colega.

Una pericia esclarecedora

Uno de los motivos que explicarían la reticencia de Gatúbela a declarar es el resultado de una pericia agregada hace poco tiempo al expediente, que demuestra la falsedad de la oferta presentada por Glisud en un concurso del Fondo Residual realizado a fines de 2002.
Es que la contadora que supo ser asesora del ex vicegobernador Daniel Gallo aparece firmando como apoderada, la oferta de la empresa fantasma realizada el 30 de diciembre de 2002, para adjudicar los créditos hipotecarios de María Cristina Mitrovich, Abel Zanarello y Pantaleón Celano, en la maniobra que ahora está en la lupa judicial.
En ese documento, todos los datos son falsos: el DNI de la mujer, la dirección, y también la firma, según había revelado el testigo principal del caso, Víctor Tela.
La pericia ordenada por De Gamas confirmó ahora lo que antes era una sospecha firme: que la oferta habría sido elaborada dentro de las oficinas del propio Fondo Residual, lo que a su vez demostraría la complicidad de los funcionarios de la época, entre ellos el ex presidente del organismo, Gustavo García Casanovas, imputado también en la causa.
D´adamo, además, regenteaba un prostíbulo en la calle Corrientes 1888 de Buenos Aires, que figura como domicilio legal de Glisud
Apodada Gatúbela por el disfraz con que aparece en las fotografías publicadas por este medio cuando se hizo público el caso en 2011, la mujer viene eludiendo a la Justicia desde hace varios meses. Antes del último faltazo, tampoco se presentó el 13 de diciembre del año pasado.
Por otra parte, como ya informó EDFM, D´adamo estaba vinculada a Tierra del Fuego desde antes de la constitución de Glisud. Así lo demuestra el contrato suscripto el 5 de febrero de 2001 (la empresa se formó recién el 4 de octubre de 2002) entre D´adamo y el ex vicegobernador Gallo, que por entonces presidía la Legislatura.
Según el documento agregado al expediente judicial, Gallo contrató a la contadora para que desempeñe tareas de “Asesoramiento contable integral a la Cámara Legislativa” por el termino de un año, aunque el contrato se renovó en los mismos términos en 2002.
Ya en 2003, es el Consejo Federal de Inversiones (CFI) el que firma un contrato con la misma mujer, domiciliada en Corrientes 1888 (o sea el prostíbulo) esta vez por “Servicios de asesoramiento impositivo y representación de la Casa de Tierra del Fuego en Buenos Aires”.
Glisud SA fue constituida por Máxima Correa e Ilda Belusci, dos ancianas indigentes que aparecen vinculadas a otros cientos de empresas fantasmas. Según registros oficiales, Correa figura en la constitución de 196 sociedades, mientras que Belusci creó 285. En todas esas escrituras actuó el mismo grupo de escribanos. Dos de ellos Horacio Geller Gorodisch (intervino en Glisud) y Rubén Oscar Erviti fueron destituidos por el Colegio de Escribanos de Buenos Aires.
Pero cuando Glisud se presentó en Ushuaia en diciembre de 2002, las ancianas fundadoras ya eran historia. La empresa había sido transferida a Enrique Rolando Pinto (ex empleado de Gallo en la Cámara de Diputados de la Nación) y Melina Tamara Solari (hijastra de Pinto) y los apoderados eran el abogado Francisco Martín Grondona y la mencionada D´adamo.

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