América de Punta a Punta

Un español unió Alaska y Ushuaia en una travesía en dos ruedas

05/05/2013
J
ordi Armau Vidal tiene 52 años y en 2006 tomó la firme decisión de cambiarle el rumbo de su vida, para ir detrás de un sueño: unir las tres Américas mediante en una travesía sobre dos ruedas. Así el motoquero logró iniciar su proeza recién el 17 de agosto de 2012 en Montreal (Canadá), a bordo de su BMW GS1200, color gris plata, tomando rumbo hasta Anchorage, el punto más austral de Alaska. Luego retomó su marcha hasta Vancouver y distintos puntos de los Estados Unidos; para después continuar dirección Sur y adentrarse en la vertiginosa América Latina.
Días atrás el motociclista originario de Mataró – ciudad ubicada en la costa de la provincia de Barcelona, Cataluña, España – arribó a Ushuaia y antes de su partida detalló orgulloso a este medio los pormenores de esta hazaña, que lo llevó a conocer el continente de punta a punta y transitar en soledad caminos impensados que lo comprometieron socialmente con la realidad latinoamericana.
El registro de su velocímetro comprueba los 53 mil kilómetros recorridos en los últimos ocho meses, por más de catorce países y cientos de ciudades, que le dejaron innumerables vivencias y anécdotas que recordará por siempre. “El trayecto entre San Diego Estados Unidos a Tijuana México, fue como si el mundo se diera vuelta”, expresó EDFM Jordi Vidal. Se impresiona además al recordar los peligros con los que convivió en Colombia; la hospitalidad recibida en Guatemala; y otros lugares donde pudo conocer gente y entablar lazos de amistad.
Comentó que “este viaje era un proyecto comencé planearlo en 2006 y tiempo después tuve la suerte de vender mi empresa y empezar a realizar este sueño, que me permitió ir solo por este camino, sin horarios ni tiempo que cumplir; conociendo diferentes, culturas y personas que me enseñaron mucho, en esta intensa experiencia vivida”.
Entonces el hombre enfatizó que “aprendí que en el mundo hay mucha gente buena” al anotar que “me han ayudado en el camino porque de alguna manera yo estoy cumpliendo el anhelo de muchos otros que quizás no se animan a salir en busca del suyo”. Apuntó que “me ha impactado enormemente las diferentes realidades de América Latina, los conflictos sociales y las problemáticas como la droga, la desigualdad y la pobreza”, ponderó.
El catalán contó que este periplo significó el cumplimiento de un sueño que ansiaba hace tiempo y postergaba por las obligaciones del trabajo, el dinero; entre otras exigencias la vida cotidiana. En los últimos años se desempeñó como empresario en telecomunicaciones, pero recuerda: “Vendí todo para empezar este proyecto que valió la pena”, dijo, al reconocer el nuevo rumbo elegido.
Así el hombre pasó cientos de días recorriendo carreteras, luchando contra las inclemencias del frío, calor, viento, la lluvia y conociendo cada poblado; ciudad, donde siempre fue bien acogido. Manifestó que los últimos kilómetros de la Patagonia Argentina fueron los más fascinantes y que sintió una gran emoción al llegar a la meta, al disfrutar de los paisajes que ofrece el fin del mundo.
Por último, el entrevistado contó también que, próximamente, al regresar a su lugar de residencia –Calella de Palafrugell (Provincia de Barcelona)– buscará sociabilizar su experiencia y asimismo ultimar los detalles de lo que será su regreso a Guatemala, donde prevé realizar un proyecto laboral. “Llevo unos 53 mil kilómetros recorridos, y calculo terminar en casi 57mil, por lo que me demandará regresar a Buenos Aires”, concluyó Jordi Armau Vidal.