La causa por el homicidio en Río Grande de la pequeña Agustina

Caso Varela: el Superior Tribunal designó a los jueces que intervendrán en el segundo juicio

27/06/2013
E
l Superior Tribunal de Justicia de la Provincia resolvió una cadena de excusaciones y recusaciones y constituyó con jueces subrogantes el Tribunal Oral en lo Criminal de Río Grande que llevará a cabo el segundo juicio por el crimen de la pequeña Agustina Varela, cometido el 5 de agosto de 2006.
Mediante una medida dictada el pasado 13 de junio, el STJ decidió que el organismo judicial encargado de juzgar al único sospechoso, Lucas Gabriel Gómez, estará integrado por la jueza de Familia y Minoridad Nº1, Susana del Valle García, el juez de Familia y Minoridad Nº2, Pablo Duarte de Gouvea y el juez Civil y Comercial Nº2, Anibal López Tilli, todos de la ciudad del norte de la provincia.
De esta manera se destrabó una situación que parecía empantanada luego de que la propia Corte fueguina resolvió, en febrero de 2012, anular el primer juicio llevado a cabo en 2010 y por lo tanto dejar sin efecto la absolución dictada sobre Gómez.
Si bien el Superior Tribunal ordenó la sustanciación de un nuevo proceso oral, al no poder intervenir los mismos jueces, el caso fue pasando de un juzgado a otro con excusaciones y recusaciones presentadas por parte de la defensa del imputado, hasta que agotada la lista de magistrados comenzaron a nombrar conjueces, es decir abogados del fuero a los que se les encomienda intervenir como autoridad judicial.
Sin embargo, esa situación también fue objetada por el abogado defensor de Gómez, Francisco Giménez, quien argumentó la presunta inconstitucionalidad de las normas que prevén la cobertura de vacancias (aunque sean ocasionales) con personas que no fueron elegidas con la intervención del Consejo de la Magistratura.
Según la defensa, además, la actuación de conjueces afecta las garantías del debido proceso y del juez natural, “toda vez que los conjueces no gozan de inamovilidad en el cargo ni intangibilidad en sus remuneraciones”.
Lo cierto es que después de dieciocho excusaciones y recusaciones, la causa por el crimen de Agustina quedó en manos del conjuez Roberto Estrada, un abogado de Río Grande que nunca logró contar con otros dos colegas para integrarse al Tribunal Oral.
Como consecuencia de ello, el Superior Tribunal intervino en la situación y conformado por los jueces Gonzalo Sagastume y Ernesto Loffler (camarista de la Sala Civil) resolvió la conformación con jueces subrogantes del organismo que finalmente realizará el segundo juicio.

Fundamentos

El Superior Tribunal expresó en su resolución que la continuidad de la falta de jueces generaba “una potencial denegación de justicia”, y un “callejón sin salida” que correspondía subsanar.
Así, los magistrados analizaron en forma individual la situación de cada uno de los jueces subrogantes que fueron llamados a intervenir en la causa.
Por ejemplo en relación a la jueza Del Valle García, sostuvieron que “los actos esporádicos que cumplió en el proceso como jueza de instrucción subrogante, no acarrearon un juicio de mérito respecto de la responsabilidad del imputado” sino que fueron “providencias de trámite y diligencias objetivamente aptas para la prosecución de la investigación”.
En cuanto a Duarte Gouvea, quien como defensor público patrocinó a Rosalía Verónica Varela, la madre de Agustina y querellante en actuaciones ante el Juzgado de Familia en la que el demandado era Lucas Gómez, los integrantes del STJ consideraron que brindar esa asistencia técnica “constituía una carga” propia de su función, y que la actuación “no tuvo vinculación vinculación con la investigación penal” y por lo tanto “no imposibilita su actuación en el juicio”.
A su vez, acerca del juez López Tilli, fundamentaron que “su intervención (como juez Civil) no conlleva la formación ni exteriorización de criterio de orden a la responsabilidad penal del nombrado en el hecho investigado, ni representó la adopción de decisiones contrarias a su interés”.

Siete años sin justicia

Lucas Gómez había sido hallado inocente por los jueces Juan José Varela, Pablo Martín Bramatti y Eugenio Sarrabayrousse, durante el juicio que concluyó 29 de octubre de 2010.
En esa oportunidad los magistrados entendieron que “no se estableció con la convicción necesaria que efectivamente el imputado golpeó a “Agustina Belén Varela”, y agregaron que “tampoco la prueba médica pudo establecer con certeza la data de las lesiones padecidas por la niña”. Los jueces se basaron en el principio de la duda para absolver al acusado.
Agustina fue víctima de una brutal golpiza en la que recibió lesiones que le causaron la muerte. Por entonces, Gómez era la pareja de la madre de la niña.

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