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as 14 mujeres rescatadas durante un operativo de trata de personas realizado el sábado en Río Grande “están siendo contenidas y pronto brindarán testimonio”, sostuvo el fiscal Federal de esa jurisdicción fueguina, Marcelo Rapoport.
El funcionario judicial informó que ayer comenzaron a ser indagados por la jueza Lilian Herráez los 6 detenidos por su presunta vinculación con el caso: cuatro hombres, una mujer y un transexual que todavía no ha realizado el cambio de género en su documento de identidad.
“Más allá de que en el DNI se lo consigne como masculino, al momento del procedimiento y de la requisa se respetó su percepción de identidad sexual, para que no se sienta discriminada ni vapuleada. Y para que nadie le falte el respeto”, observó el fiscal sobre una de las personas detenidas.
Rapoport confirmó, acerca de las víctimas, que cuatro son de nacionalidad argentina, cinco paraguayas, cuatro dominicanas y una colombiana.
“En el caso de las extranjeras, personal de la Dirección Nacional de Migraciones confirmó que tres de las mujeres se encuentran en situación migratoria irregular. Igual se les dará la posibilidad de normalizar su situación·, indicó el representante del Ministerio Público.
Al respecto agregó que una vez que declaren, las mujeres tendrán la posibilidad de elegir si quieren regresar a su país de origen o quedarse en Tierra del Fuego, lo mismo que quienes opten por retornar a alguna otra provincia.
“Lo importante es que las víctimas estuvieron contenidas desde un primer momento por personal del Ministerio de Desarrollo Social, y que en la semana se les recibirá declaración teniendo en cuenta una serie de cuidados”, explicó Rapoport.
El funcionario también puntualizó que en este tipo de casos, las víctimas pueden ser “renuentes a asumirse como tales”, porque siguen ligadas al mismo círculo de explotación al que consideran “normal y lógico”.
“La propia ley de trata se refiere al consentimiento viciado, por eso necesitan ayuda psicológica y contención”, amplió el fiscal.
El operativo llevado a cabo el último sábado en Río Grande se focalizó en el local nocturno Aquelarre, y derivó en el allanamiento de otros 10 domicilios.
Las mujeres rescatadas se encontraban todas adentro del mismo local, aunque además se requisó una vivienda contigua alquilada por los supuestos tratantes.
La Gendarmería secuestró también nueve gramos de cocaína, teléfonos celulares, dinero en efectivo (285.100 pesos, 4.135 dólares estadounidenses y 68.000 pesos chilenos) computadoras y documentación de interés a la investigación.
Según el fiscal Rapoport, el procedimiento significó “un punto de partida” para “desarmar una ingeniería dedicada a la explotación sexual en la provincia”.
