Exhibiciones obscenas a chicos del jardín Caramelos Surtidos

Conmovedor testimonio contra el portero

29/07/2014
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lorencia Ferreyra, la ex pareja del portero del jardín de infantes N° 14 “Caramelos Surtidos” acusado de realizar exhibiciones obscenas frente a los niños, brindó en Radio Provincia un desgarrador testimonio de lo vivido junto a sus hijos, uno de la mujer y otro en común, ante lo cual realizó dos denuncias en el Juzgado de Instrucción Nº 1 y en el Juzgado de Familia y Minoridad por abuso deshonesto agravado por el vínculo y maltratos.
Desde abril la mujer se encuentra en Buenos Aires, a donde viajó por un problema de salud de su madre, y para asesorarse sobre sus causas.
El pasado lunes se enteró de las denuncias contra su ex pareja y anticipó que prontamente regresará a la Provincia para “pedir justicia por lo que hizo con mis hijos y los niños del jardín”. Para ello se contactó con el abogado Jorge Pintos, quién representa al grupo de padres del Jardín 14, y también actuará como letrado en sus causas.

Relatos del horror

En un conmovedor testimonio, Ferreyra expresó que “con mi ex pareja, con la que viví durante 3 años, sufrimos demasiados abusos de distinta índole. Cuando vine a Buenos Aires me enteré de que lo que hizo con mi hijo se llama reducción a la servidumbre, ya que en Ushuaia no me escucharon cuando yo hice las denuncias”.
En este sentido, detalló que “realicé dos denuncias, una a cargo del juez De Gamas Soler y otra por mi hija, la cual entró en el Juzgado de Minoridad y Familia, con el juez Ferreto”, esta última por “abuso deshonesto agravado por el vínculo”.
“Tras un montón de golpes, maltratos, abusos que cometió con el nene y conmigo estando embarazada de su hija, después de tantas amenazadas de muerte hacia mí y los chicos, diciendo ‘te voy a matar a vos a los chicos, te los voy a violar, no los va a volver a ver’; él me jugaba psicológicamente con que si algún día me mataba quién me iba a reclamar, si yo estaba sola en la isla”, narró.
Consultada si su hijo sufrió abuso deshonesto por parte de su padrastro, expresó que “sinceramente el nene cuenta cosas y no termina de hablar, es como que le da mucho miedo y se calla, y no termina de contar lo que pasa. Pero nuestra hija sí lo contó, ahí fue cuando realicé la segunda denuncia”.
Entre los hechos denunciados públicamente, la mujer expuso que “cuando empezamos a vivir juntos la casa tenía solo construida una habitación y del otro lado había tierra porque se estaba por edificar, más de una noche mi niño y yo embarazada dormimos del otro lado por sus enojos”.
Asimismo, sostuvo que “me amenazaba él y sus cuñados que trabajan en el hospital en la atención en la guardia, donde yo llegaba toda golpeada y filtraban todas las causas, en esos momentos ellos se encargaban de llamarlo a él y que me fuera a buscar”.
La ex pareja del portero indicó que no realizaba la denuncia de estos casos debido al temor que tenía, además aseguró que no llegaba a ser atendida por ningún profesional médico.
“Siempre tuve miedo de hacer una denuncia porque temía por que le hiciera algo a mis hijos”, dijo desconsolada, asegurando que “es una persona realmente violenta” y que “sus familiares eran cómplices y sabían los maltratos que sufríamos”.
Sobre las amenazas sostuvo que “él amenazaba a todo el mundo con que el Sindicato de Camioneros va a salir a defenderlo, así me amenazó a mí y a mi hijo que en ese momento tenía 4 años, diciéndole que si llegaba a contar algo de lo que le hacía le iba a matar a toda la familia de su papá, y el nene se calló todos estos año por miedo a que les pasara algo a sus abuelos y a su papá”.
“Es una persona que no merece estar suelta, abusó así conmigo porque yo no tenía nadie en la isla alguien que le dijera ‘no lo hagas’, y yo por miedo me callé muchos años porque no quería que les hiciera daño a mis hijos y lo terminó haciendo igual”, lamentó.
Por otra parte, indicó que “él tenía los documentos y la libreta sanitaria de mi nena y no me los quería dar, y me dijeron acá (Buenos Aires) que eso es un delito federal y no se puede hacer, pero en Ushuaia no me asesoraron de nada”.

Portero con antecedentes

La denunciante comentó que en el momento que estaba en pareja el portero ya trabajaba en el Jardín N° 14, y que luego al viajar desconocía que siguiera en funciones. Consideró que pese a las denuncias realizadas “el juez no se encargó de contárselo a quien correspondía, yo pensé que no estaba trabajando”.
“La Justicia sí sabía que estaba denunciado por abuso y seguía trabajando en el Jardín”, confirmó.
Asimismo, consultada sobre por qué en ese momento no alertó a las autoridades de la institución escolar de las denuncias efectuadas, Ferreyra expresó que “después de haber sufrido tantos golpes te da miedo acercarte a una persona, y llegar al jardín donde trabajaba era retrotraerme a muchas cosas, era demasiado doloroso acercarme allí”.
“Las compañeras de su trabajo sabían lo que él era porque se descargaba con una de ellas y se asesoraba con una psicopedagoga del gabinete del jardín”, denunció, indicando que desde la institución “recibía ayuda”.
De esta forma, consideró que “es un peligro que esté en un jardín. Si lo hizo con su propia hija, ¿por qué no lo va hacer con un extraño?”.
Asimismo, se refirió al estado psicológico del denunciado, expresando que “él sabe lo que hace, cuando nos pegaba estaba en todos sus cabales, no podés agarrar un niño y meterlo en un tacho de agua fría para que vea como le pegan a su propia mamá por defenderla, eso no es humano y la familia de él sabía de estas cosas”.

De Ushuaia a Buenos Aires

Ferreyra aseguró que viajó hasta Buenos Aires “a pedir protección”, ya que “nadie escuchó a los nenes en Ushuaia, tuve que venir a la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia la Nación para que me dieran un perimetral”.
Cabe destacar que la OVD fue creada en 2006 por la Corte Suprema de Justicia de la Nación con el objetivo de facilitar el acceso a la Justicia de las personas que, afectadas por hechos de violencia doméstica, se encuentran en situación de especial vulnerabilidad.
De esta manera, comentó que en Buenos Aires le otorgaron una restricción perimetral debido a que el 20 de abril “él llamó al teléfono de mi casa para amenazarme, me dijo que si no retornaba con la nena a Ushuaia para el jueves (24 de abril) él iba a viajar y que yo ahí iba a conocer lo que él era, porque me iba a prender fuego la casa”.
Por otra parte, explicó que “desde la Corte Suprema llamaron a Ushuaia y preguntaron porque no se había hecho una Cámara Gesell y estudios psicológicos para los niños y dijeron que estaba en curso la causa”, es decir “no se hicieron cargo”, consideró.
“Cuando hice las denuncias me trataron como que estaba despechada porque me había separado, no dieron lugar a que los niños declararan lo que habían vivido, y queríamos evitar que pasara con otro niño”, expresó.
“Como ahora no tiene hija para maltratarla, manosearla y amenazarla lo hizo con otros niños, lamento lo que ha sucedido con esos chicos y sé lo que es ese dolor, yo intenté evitarlo”, agregó.
Conjuntamente relató que “en el Juzgado me decían que iban a ver si la denuncia era verdad, porque de no ser así me iban a sacar a mi hija y ponerla en un hogar sustituto”.
Ferreyra dijo que pese a la denuncia realizada por abuso deshonesto agravado por el vínculo “las autoridades obligaron a mi nena a seguir un régimen de visitas en la casa de él”, y “quienes estaban a cargo de cuidar a mi hija en el horario de visita jamás hicieron un monitoreo, mi hija ha declarado que el papá estaba ahí cuando iba a ver a sus abuelos”.
“El 27 de septiembre de 2013 la Dirección de Protección Familiar modifica el régimen de visita para que sea con los abuelos, en la casa de la persona que denuncié como abusador, los papeles están firmados por la jefa de departamento de Acompañamiento Familiar de la Subsecretaría de la Familia, doctora Adriana Ullua”, especificó.
La mujer aclaró que “no estoy prófuga, desde el Juzgado N° 6 de La Matanza, Ramos Mejía, donde estoy localizada, mandaron todos los papeles en forma de exhorto al Juzgado del doctor Ferreto, ellos estaban al tanto de la situación y no hicieron nada”.
“Sé que esta vez va haber Justicia, ya no soy la loca que lo está denunciando, ahora hay otras madres y otros niños que sufrieron vaya a saber cuántas cosas”, manifestó asegurando, que “voy a defender a mis hijos hasta las últimas consecuencias porque mis niños no mienten”.
Ferreyra comentó que cuando llegue a Ushuaia se reunirá con las madres del jardín. “Hoy son mis hijos, los del jardín, y otro día pueden ser los hijos de otra mujer que tenga él y así va destruyendo vidas”, expresó.
Finalmente, comentó que actualmente “mis hijos, dentro de lo que se puede decir, están bien porque no sufren más nada, pero los tengo que ayudar desde el punto de vista psicológico, lo cual en Ushuaia tampoco se les brindó”.

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