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n Tribunales del barrio YPF de Río Grande comenzó ayer por la mañana el juicio a Cristian Balaguer por la muerte de Víctor “Chuky” Andrade, ocurrida en septiembre de 2010 y que luego de idas y venidas busca determinar el grado de responsabilidad del ex policía provincial tras el luctuoso hecho.
La jornada comenzó con los familiares, amigos y camaradas de Balaguer colgando una extensa bandera en el acceso a la sala de juicio donde podía leerse “justicia y libertad para Balaguer”.
A continuación, el abogado querellante, José Rodas, leyó la acusación y junto con la Fiscalía representada por el doctor Guillermo Quadrini, coincidieron en resaltar la responsabilidad de Balaguer al no medir consecuencias en el uso de la escopeta de posta de goma que según mencionaron, se recomienda usar en efecto rebote, no directo, y a una distancia mayor a cinco metros.
La causa llega a juicio tras la muerte de Víctor “Chuky” Andrade, un par de días después de aquél fatídico 21 de septiembre de 2010, debido a las lesiones que le provocó un disparo de postas de goma que Balaguer efectuó cuando el susodicho amenazaba con una barra de hierro al oficial acompañante del acusado.
Andrade había sido interceptado por los policías mientras realizaba peligrosas maniobras con un cuatriciclo. Como pesaba sobre el mencionado un pedido de requisa, tanto Cristian Balaguer como Ricardo Gualtieri procedieron a la persecución que terminó varias cuadras después con Andrade acorralado en una vivienda donde se produjo la gresca.
Una vez leída la acusación y tras el cuarto intermedio, Balaguer accedió a declarar. Durante más de tres horas el ex policía explicó detalladamente los sucesos de la jornada, haciendo hincapié en detalles técnicos relacionados con los procederes que demanda la actividad de seguridad.
Incluso Balaguer debió exponer cómo funcionaba la escopeta que utilizó aquélla fatal jornada. Se realizó una recreación del momento en que el ex policía accionó el gatillo, en la que colaboró el abogado defensor, Francisco Giménez, y el devenir de las acciones que terminaron con Andrade trasladado de urgencia al Hospital Regional Río Grande, donde fue operado y falleció un par de días después.
La actividad en torno al juicio continuará en los próximos días dado que está previsto el testimonio de 23 testigos convocados por ambas partes, algunos de ellos testigos directos de los sucesos que se produjeron aquél martes 21 de septiembre de 2010.
Dos madres, dos posturas y un solo pedido: justicia
Se la pasó toda la jornada en silencio, con la cabeza gacha y los ojos cerrados. El rictus de tristeza en su rostro denotaba que la procesión iba por dentro. Así vivió la madre de Cristian Balaguer, la primera jornada de juicio en contra de su hijo.
Durante el cuarto intermedio, Yolanda Lizarraga habló con los medios allí presentes y dijo que “espero que sepan considerar que estuvo trabajando. Cuando pasan accidentes de esta índole pienso que fue por una desgracia”.
“Mi hijo estaba persiguiendo a un delincuente y de alguna manera se defendió. Si lo estaban atacando debía defenderse de alguna manera. Yo espero que la Justicia sepa rever la causa y que salga libre de culpa y cargo. Espero que se haga justicia”, afirmó.
Además, cuestionó la falta de apoyo de la institución policial al señalar que “de sus compañeros sí hubo mucho apoyo; ahora de parte de las autoridades de la Policía no hubo nada. Hasta la cama en que durmió Cristian se la trajeron de casa porque desde la Policía me sentí totalmente sola”.
Finalmente, la mujer expresó que “yo creía que la fuerza era como una familia y me decepcionaron totalmente porque parece que cuando un personal tiene problema como el de Cristian le echaron tierra encima. Lo abandonaron totalmente. Me duele en el alma decir esto, pero es la verdad”.
Por su parte, Azucena Campos, madre de Víctor “Chuky” Andrade, llegó a sede tribunalicia sin acompañantes y durante el juicio no hubo presencia de familiares o allegados. A diferencia de la madre de Balaguer, mantuvo la cabeza erguida y la mirada siempre atenta al testimonio del ex policía.
En ningún momento, durante la extensa jornada, esbozó gesto alguno y al concluir el primer día del juicio se retiró del lugar sin hacer declaraciones, acompañada nuevamente por el doctor José Rodas, su abogado patrocinante. |
