Con los ojos del alma
Una pareja de turistas no videntes escaló el Glaciar Martial

Con los ojos del alma

08/12/2015
U
n matrimonio de turistas no videntes y recién casados escaló un glaciar en la ciudad de Ushuaia para cumplir el sueño que se propusieron como final de su luna de miel.
La pareja de españoles compuesta por Miguel Morón e Itziar Berron ascendió hasta los 900 metros de altura sobre el nivel del mar hasta llegar a la parte más alta del Glaciar Martial, ubicado en las afueras de la capital fueguina.
Los visitantes pudieron concretar la experiencia gracias a un grupo de guías de turismo que aceptó acompañarlos a pesar de que nunca habían atravesado una situación similar.
“Era algo que nos propusimos y que queríamos hacer. Subir al glaciar constituía la experiencia sensorialmente más interesante de nuestro viaje a la Argentina”, contó Miguel Morón en dialogo con la agencia Télam.
Miguel e Itziar viven en Madrid, y aunque están juntos desde hace 13 años y desde hace 4 que conviven, decidieron casarse y pasar la luna de miel en la Patagonia argentina.
“Los dos somos esquiadores, nos encanta el invierno, la nieve y las montañas, por lo que llegar a esta región era algo que queríamos desde hace mucho tiempo”, explicó Miguel, quien conoce a su actual esposa desde la adolescencia, cuando ambos compartían campamentos de verano en España.
Los turistas arribaron a Ushuaia a principios de la semana pasada y de inmediato se contactaron con un grupo de guías a los que les propusieron el ascenso a la montaña.
“Se entusiasmaron tanto como nosotros con esta aventura. Era la primera vez que guiaban no videntes y no tuvieron ningún problema en aceptar. Se lo agradecemos a todos, en especial a Sabrina Kisman”, valoró el visitante.
La experiencia de llegar hasta el glaciar fue “maravillosa”, describió el hombre sobre el momento en que finalmente tomaron contacto con la montaña congelada.
“Saber que uno está ahí es increíble. Percibíamos el viento, el frío, la inmensidad. Nos sumergimos en la nieve hasta las rodillas. Caminamos por laderas. Fue un cúmulo de sensaciones”, relató Morón.
También explicó que mientras una persona común puede apreciar el paisaje desde cualquier perspectiva, un no vidente “necesita percibirlo de otra manera, estando arriba del glaciar”.
El turista español dijo que durante el ascenso “nunca sintió miedo”, porque los guías “mantenían un clima relajado y distendido”.
“Cuando llegamos al punto más alto nos detuvimos para abrazarnos y después compartimos un almuerzo con el resto del grupo. Fue como cumplir un reto, como superar una meta”, enfatizó Miguel.
La pareja de turistas también realizó las excursiones clásicas de Ushuaia, como la visita al antiguo presidio, al Parque Nacional Tierra del Fuego y al Trencito del Fin del Mundo.
Contaron que la ciudad está preparada para el turismo inclusivo aunque, como otros lugares, carece de infraestructura específica, como semáforos sonoros para cruzar las calles y avenidas.
“No hay mucha gente con discapacidad dispuesta a viajar sola por el mundo. En Argentina nos han tratado bien y nos llevamos un hermoso recuerdo. Salvo casos puntuales, como el de la empresa que hace recorridos por el Glaciar Perito Moreno y no permite discapacitados, el resto nos ha facilitado el viaje”, evaluó Morón.
El hombre enfatizó que no se consideran personas ejemplares por haber llegado a la cima de una montaña sin poder ver, sino por haberse atrevido a cumplir un sueño.
“Todo aquel que tenga un sueño, debería intentar cumplirlo, tenga o no visión en sus ojos”, reflexionó Miguel.