urge el primer periódico de los ocupantes británicos de las islas Malvinas, el Falkland Island Magazine. Para entonces los colonizadores sumaban unos dos mil individuos.
“Constaba de cuatro páginas de papel ocre, de tamaño grande. No sabemos cuál era la tirada, pero en un momento decía que los cien suscriptores debían llegar a doscientos cincuenta para permitir su continuidad. En la primera página, se podía ver una lista de lecturas bíblicas sugeridas para cada día del mes, pensando en especial en la población rural, que no podía asistir a los cultos dominicales. Después se consignaban los nacimientos, casamientos y decesos locales, así como el movimiento naval” (Arnoldo Canclini. El periodismo en Tierra del Fuego).
En el resto de las páginas se extendía la prédica religiosa. “En las páginas centrales, se hallaba algo así como un editorial; era un sermón, que ilustraba el pensamiento teológico del editor pero también sobre los problemas sociales del lugar. Se basaba en un pasaje de la Biblia. El resto era ocupado por las noticias locales y anuncios que podían ser de utilidad para los lectores, como lo relativo al Club Social o la Sociedad de Mejoramiento Mutuo. Reiteraba la necesidad de ofrendas para la construcción de la catedral, el edificio más majestuoso del pueblo, que fue uno de sus grandes logros”.
Este tipo de contenidos se debía a que el promotor de la iniciativa era el pastor anglicano Lowther E. Brandon, “una de las personalidades más destacadas de la opaca historia local”.
El Falkland Island Magazin se mantuvo en circulación hasta 1933. “En 1929 comenzó a aparecer The Penguin, una hoja diaria de noticias, que surgió paralelamente a la radio local, con noticias y comentarios de interés local y, en menor medida, informaciones internacionales”.
El Falkland pasó a ser el primer emprendimiento periodístico de toda la región austral. En Punta Arenas, surgieron las siguientes iniciativas en los últimos años del siglo con El Magallanes y El Comercio. En tanto, en Ushuaia se gestaron recién en 1902, cuando surge la primera expresión del género que se llamó La Risa y tenía como descripción de su contenido la siguiente frase: “Semanario noticioso, joco-literario e independiente”.
