ste día, 120 militares parten de Constitución rumbo al sur, con el propósito de reprimir una rebelión campesina que había estallado en torno al lago Buenos Aires, a ambos lados de la frontera. Las tropas tenían previsto llegar en tren a Bahía Blanca y luego abordar el vapor 9 de Julio, para arribar a Puerto Deseado y dirigirse a la zona del conflicto.
La indignación de unos trescientos campesinos, que llevaban varios años de explotación ganadera en la zona, estalló cuando “los hermanos von Flack se presentaron un día en el lugar con un grupo de carabineros y establecieron a los pobladores un plazo de 48 horas para abandonar sus tierras y sacar su ganado” (Ernesto Maggiori. Los años de la revolución en Patagonia).
A partir de ese momento, comenzaron a armarse para resistir a los forasteros, que estaban asociados con grandes terratenientes magallánicos. La escalada del conflicto se potenció cuando los carabineros apalearon a un campesino.
El perito tasador del instituto de colonización abandonó su tarea irritado con los uniformados. El funcionario pudo constatar que los pobladores “no saldrían de los campos que ocupaban y resistirían a la tropa de carabineros, pues para ellos la salida de esos campos equivaldría a su ruina completa”. También, censó a 209 personas, con un total aproximado de “68.344 animales entre vacunos, lanares y caballares”.
Los carabineros sostuvieron que tenían órdenes amplias de desalojarlos a sangre y fuego, demoler sus casas y confiscar todo el ganado.
El 8 de julio se produjo un primer combate y así lo relató el tasador cuando se acercó al lugar: “Al llegar allá, se juntaron como cincuenta personas todas armadas de carabinas Máuser y Winchester. Me dijeron que había ocurrido un combate y habido cuatro muertos (…) que los carabineros que estaban prisioneros la pasaban muy bien” y que el resto de las “tropas estaban sitiadas”.
“Estos sucesos violentos se conocieron inmediatamente y enseguida llegaron familiares y amigos de estos pobladores dispuestos a apoyarlos, muchos de ellos estaban dispersos por territorio argentino”.
Cuando las tropas argentinas avanzaron hacia el lago, se enteraron de lo sucedido e intimaron a los carabineros a que se retiren. En tanto, los campesinos primero vieron convalidada su postura en el combate y luego en el terreno de los hechos consumados.
