icaela Nuñez, más conocida como Micaela, pintó toda la vida. Su obsesión por las marinas tiene un por qué: Micaela nació en Punta del Este, Uruguay, cerca de los barcos, del puerto y de un faro. Sin dudas el ambiente marítimo, cargado de sal, veleros, temporadas de regatas, balizas, velas y gente de mar despertaron en ella la pasión por su entorno. Sencilla, pero de gusto exquisito, realiza marinas imponentes, enormes, con proas desenfrenadas y cielos que atemorizan.
¿Cómo fueron sus inicios en la pintura?
En realidad no hay un comienzo. Pinto desde que me conozco, desde muy chica. Me enseñó a pintar la directora de mi colegio, la hermana Mercedes. En la secundaria continúo, ya que me decidí a seguir arquitectura. Cuando llegué a Buenos Aires a estudiar arquitectura de interiores, comienzo a ver mi pintura como algo más importante, y en el año ‘88 hice mi primera exposición como artista emergente.
¿Qué es para usted la pintura marítima?
Para mí la pintura marítima es mi infancia, mi adolescencia, mi vida. Hoy es un estilo de vida, un deseo de comunicar un instante del vértigo, la adrenalina de navegar (me dedico a la náutica deportiva).
¿Qué artistas la influyeron en su identidad estética?
No sentí influencia en mi obra de algún artista en particular. He estudiado todos porque soy una fanática de la historia del arte, de la arquitectura e historia universal, me fascina. Pero si tuviera que decir cuáles me gustan, serían Toulouse Lautrec, Delacroix, Paul Klee, Gustav Klimt, Pérez Celis (argentino), Juan Manuel Blanes (uruguayo).
¿Qué técnicas utiliza?
Acrílico sobre telas, acrílico sobre papel, grandes aguadas, como si fueran acuarelas gigantes.
¿Qué intenta transmitir con sus pinturas?
A Micaela en toda su expresión, es ella misma la obra. Mar, sal, aires, viento, el deporte en sí. ¡Navegar a vela!
¿En qué días y horarios se puede visitar la galería del museo?
Los espero de 12 a 20 hs., es un taller abierto al público. Como algo diferente, este año marcamos una innovación en el concepto, que ya no es solo ver la obra, sino también que el público participe con el artista desde su concepción.
