Fallece en Villa Ukika la penúltima mujer de la etnia yagán
El 13 de octubre de 2005

Fallece en Villa Ukika la penúltima mujer de la etnia yagán

13/10/2016
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ste día, a los 84 años, fallece de un paro cardíaco, en Villa Ukika,Emelinda Acuña, dejando como única sobreviviente pura de la etnia yagán a su cuñada Cristina Calderón.
Había nacido en abril de 1921, en la isla Hoste, cuando todavía los suyos mantenían algunos de sus hábitos milenarios. Tuvo una vida sufrida, su padre murió cuando tenía un año y su madre al cumplir ocho años. En su adolescencia vivió en Ushuaia, donde trabajó como empleada doméstica y niñera. Luego, regresó a Puerto Williams.           
Enviudó dos veces y fue madre de diez hijos. Al momento de su muerte sólo una hija estaba cerca de ella. Los demás residían en zonas alejadas de Puerto Williams.
Vivía en Villa Ukika, ubicada en las afueras de esa localidad, donde se concentran cerca de sesenta descendientes indirectos de la etnia.            
Sus familiares relataron que alcanzó a dejar terminados tres canastos que confeccionaba con los juncos que su hija recolectaba en el bosque.
Su muerte coincidió con el anuncio del gobierno regional de distinguir a ella y a su cuñada como Ciudadanas Ilustres de Magallanes. Al homenaje sólo pudo concurrir Cristina Calderón. El gobernador de la provincia Antártica, Eduardo Barros, consideró que se perdió un tesoro vivo de una cultura casi extinta.       
Emelinda, junto a Cristina y Úrsula Calderón, que falleció en enero de 2003, se dedicaron a divulgar las vivencias de su pueblo a sus descendientes.         
A mediados del siglo XIX, Charles Darwin escribió, en su diario de viaje, sobre su encuentro con los canoeros: "Estos desdichados salvajes tienen la talla escasa, el rostro repugnante y cubierto de pintura blanca, la piel sucia y grasienta, los cabellos enmarañados y los gestos violentos. Cuando se ve a tales hombres apenas puede creerse que sean seres humanos habitantes del mismo mundo que nosotros". La visión eurocentrista le impidió reconocer que esta etnia había prosperado durante milenios en los canales fueguinos y su espacio vital era el de mayor densidad humana de toda la Patagonia.
Su exitoso modelo de supervivencia colapsó cuando los europeos y norteamericanos llegaron a las islas del Atlántico sur a depredar las colonias de lobos marinos, que eran la base del sustento yagán. Así, la gran despensa que eran los canales fueguinos dejaron de proveerlos y las enfermedades traídas por los forasteros hicieron el resto

Autor : Bernardo Veksler
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