El festivo mundo detrás de grandes invenciones
TEDx Ideas que inspiran – Los inventos no siempre surgieron por necesidad

El festivo mundo detrás de grandes invenciones

La necesidad es la madre de la invención, ¿verdad? Bueno, no siempre. Steven Johnson(*) nos muestra cómo algunas de las ideas y tecnologías más transformadoras, como la computadora, no surgieron por necesidad en absoluto sino por el extraño deleite del juego. Comparta esta fascinante e ilustrada exploración de la historia de la invención. Resulta que encontrarás el futuro dondequiera que la gente se está divirtiendo.
11/01/2017
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ace aproximadamente 43.000 años, un joven oso de las cavernas murió en las colinas en la frontera noroeste de la actual Eslovenia. Mil años más tarde, un mamut murió en el sur de Alemania. Unos siglos después, un buitre leonado también murió en la misma vecindad. Y no sabemos casi nada de cómo estos animales encontraron la muerte, pero estas diferentes criaturas dispersas en el tiempo y el espacio compartían una misma suerte notable. Después de su muerte, un hueso de cada uno de sus esqueletos fue trasformado por la mano del hombre en una flauta. Piensa en eso por un segundo. Imagina que eres un cavernícola, hace 40.000 años. Has dominado el fuego. Has construido herramientas simples para cazar. Has aprendido cómo elaborar prendas de pieles de animales para mantenerte caliente en el invierno. ¿Qué elegirías para inventar después? Parece absurdo que inventes la flauta, una herramienta que crea vibraciones inútiles en moléculas de aire. Pero eso es exactamente lo que hicieron nuestros antepasados. Ahora bien, esto resulta ser sorprendentemente común en la historia de la innovación. A veces la gente inventa cosas porque quieren seguir con vida o alimentar a sus hijos o conquistar el pueblo de al lado. Pero con la misma frecuencia, nuevas ideas entran en el mundo simplemente porque son divertidas. Y aquí está la cosa muy extraña: muchos de esos inventos lúdicas, pero aparentemente frívolos terminaron provocando transformaciones trascendentales en la ciencia, en la política y la sociedad. Toma lo que puede ser el invento más importante de los tiempos modernos: las computadoras programables. La historia estándar es que descienden de la tecnología militar, ya que muchas de las primeras fueron diseñadas específicamente para descifrar códigos en tiempo de guerra o calcular trayectorias de cohetes. Pero de hecho, los orígenes de la computadora moderna son mucho más lúdicos, incluso más musicales de lo que podrías imaginar. La idea tras la flauta, de simplemente soplar aire a través de tubos para hacer un sonido, finalmente fue modificada para crear el primer órgano hace más de 2.000 años. A alguien se le ocurrió la brillante idea de producir sonidos pulsando pequeñas palancas con nuestros dedos, la invención del primer teclado musical. Los teclados evolucionaron a partir de órganos a clavicordios a clavecines al piano, hasta mediados del siglo XIX, cuando a un grupo de inventores finalmente se les ocurrió la idea de utilizar un teclado no para producir sonidos, sino cartas. De hecho, la primera máquina de escribir originalmente se llamó "el clavicordio escritor".
Las flautas y la música han llevado a grandes avances aún más potentes. Hace unos mil años, a la altura del Renacimiento islámico, tres hermanos en Bagdad diseñaron un dispositivo que era un órgano automatizado. Lo llamaron "el instrumento que se toca a sí mismo". El instrumento era básicamente una caja de música gigante. El órgano podía entrenarse para tocar melodías con el uso de instrucciones codificadas por la colocación de pines en un cilindro giratorio. Y si querías que la máquina tocara una canción diferente, solo cambiabas a un nuevo cilindro con un código diferente. Este instrumento fue el primero de su clase. Era programable. Conceptualmente, este fue un gran salto hacia adelante. La idea de hardware y software comenzó a pensarse por primera vez con esta invención. Y este concepto increíblemente poderoso no vino a nosotros como un instrumento de guerra o de conquista, o necesidad en absoluto. Vino de la extraña delicia de ver una máquina tocando música. De hecho, la idea de máquinas programables se mantuvo viva exclusivamente por la música por unos 700 años. En la década de 1700, las máquinas que tocaban música se convirtieron en los juguetes de la élite parisina. Hombres del espectáculo utilizaban los mismos cilindros codificados para controlar los movimientos físicos de lo que se llamó autómatas, una especie temprana de robot. Uno de los más famosos de esos robots era, lo has adivinado, un flautista automatizado diseñado por un brillante inventor francés llamado Jacques de Vaucanson. Y al ir Vaucanson diseñando su robot músico, tuvo otra idea. Si se podía programar una máquina para hacer sonidos agradables, ¿por qué no programarla para tejer patrones de color encantadores en tela? En lugar de usar las clavijas del cilindro para representar notas musicales, podrían representar hilos de diferentes colores. Si quieres un nuevo patrón para tu tela, solo programa un nuevo cilindro. Este fue el primer telar programable. Ahora bien, los cilindros eran demasiado costosos y consumía mucho tiempo hacerlos, pero medio siglo después, otro inventor francés llamado Jacquard tuvo la brillante idea de utilizar tarjetas de papel perforadas en vez de cilindros de metal. El papel resultó ser mucho más barato y más flexible como forma de programar el dispositivo.
Ese sistema de tarjetas perforadas inspiró al inventor victoriano Charles Babbage para crear su máquina analítica, la primera verdadera computadora programable que se haya diseñado. Y las tarjetas perforadas fueron usadas por los programadores informáticos tan tarde como la década de 1970. Así que hazte esta pregunta: ¿qué hizo realmente posible la computadora moderna? Sí, la participación militar es una parte importante de la historia, pero la invención de las computadoras también requirió otros componentes: cajas de música, robots que tocaban flauta, teclados para clavicordio, patrones de colores en telas tejidas y eso es solo una pequeña parte de la historia.
Hay una larga lista de ideas y tecnologías que cambian el mundo que salieron del juego: museos públicos, caucho, teoría de la probabilidad, el negocio de seguros y muchas más. La necesidad no siempre es la madre de la invención. El estado de ánimo lúdico es fundamentalmente exploratorio, la búsqueda de nuevas posibilidades en el mundo que nos rodea. Y esa búsqueda es por lo que tantas experiencias que iniciaron con simple deleite y diversión finalmente nos llevaron a grandes avances profundos.
Creo que esto tiene implicaciones sobre cómo enseñamos a los niños en la escuela y cómo fomentamos la innovación en nuestro trabajo, pero pensar en el juego y las delicias de esta manera también nos ayuda a detectar lo que vendrá después. Piensa en esto: si estuviera sentado allí en 1750 tratando de averiguar los grandes cambios que vienen a la sociedad en los siglos XIX y XX, máquinas automáticas, computadoras, inteligencia artificial, una flauta programable para entretener a la élite parisina habría sido un indicio poderoso como cualquier otra cosa en el momento. Parecería una diversión a lo sumo inútil de cualquier forma, pero resultó ser el comienzo de una revolución de tecnología que iba a cambiar el mundo. Debes encontrar el futuro donde la gente se divierte más.

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