ldquo;Sin dudas que fue un día atípico. Fue algo que nunca imaginamos pero este grupo ha dado muchísimas muestras de carácter y ésta fue una más. Es para la gente de Tucumán y lo disfrutamos porque es algo histórico para el club”, comenzó diciendo Leyes en diálogo con la televisión una vez terminado el partido.
Es que sí, Atlético Tucumán rompió todos los pronósticos, sin calentamiento previo, sin vestimenta propia, con todo lo que genera estar cuatro horas en un aeropuerto sin saber qué hacer y con la presión de estar obligado a ganar en la altura del Olímpico Atahualpa de Quito.
Pero el equipo comandado por Lavallén hizo un partidazo, con un fueguino Nery Leyes que se corrió la vida en solitario en el mediocampo y festejó como cualquier argentino el tanto de Zampedri, que le posibilitó revertir el magro empate 2-2 de la ida en el coliseo tucumano.
“Todo lo que nos pasó hizo que llegáramos más fuertes, más allá de lo que tuvimos que vivir. No sabíamos si íbamos a jugar o no. Era una avión chileno que vuela por arriba de la cordillera pero no podía aterrizar en Quito, no sé qué paso con el papeleo. Fue todo una locura, una cosa que no se puede creer, encima el partido que hicimos. Una situación increíble, una alegría que no se puede explicar y más en una Copa. Esto es algo soñado y no me lo voy a poder olvidar nunca más”, enfatizó esta mañana desde Quito en diálogo exclusivo con este medio.
Lo concreto es que la noche del 7 de febrero será recordada por el fútbol mundial, como el día que Atlético Tucumán venció las adversidades, vistió la casaca de Argentina Sub-20 y se quedó con el pase a la tercera fase de la Libertadores.
Nery Leyes, el fueguino que quedó en la historia...