ste día, se produce uno de los peores accidentes de la aviación chilena, cuando la aeronave BAE 146-200 de la empresa LAN aterriza en el aeropuerto Guardiamarina Zañartu, de Puerto Williams. La lluvia y el granizo habían dejado resbaladizo el pavimento de la breve pista local. Los pilotos no logran detener el avión, el impulso lo hace seguir de largo y se precipita en el canal Beagle a unos ochenta metros de la costa.
El 1069 era un vuelo chárter, procedente de Punta Arenas, que transportaba 66 pasajeros y siete tripulantes. La mayoría eran turistas que debían continuar viaje por mar hacia la Antártida. El barco era el “Society Explorer”, que se encontraba atracado en el muelle principal de Puerto Williams.
La aeronave aterrizó a las 15:24 hora local, cuando devoró la pista y se disparó hacia el Beagle. Debido a la pendiente, el nulo viento, lo corto de la pista, el ángulo de planeo y la velocidad de la aeronave, se salió de la pista y cayó al mar.
Al pasar por sobre la playa, el fuselaje del avión se desprendió, al golpear con un riel de ferrocarril que allí se encontraba enterrado y que servía para amarrar las barcazas, lo que hizo que entrara el agua levemente inclinado a babor. Todo el peso de la aeronave recayó sobre el tren principal y de nariz.
En los primeros metros la aeronave arrastró el fuselaje sobre el lecho de piedras y comenzó a hundirse por la proa. Algunos pasajeros y miembros de la tripulación escaparon y esperaron ser rescatados manteniéndose sobre el techo y las alas, que parcialmente se mantuvieron sobre la superficie.
En el siniestro murieron ahogados veinte pasajeros, mayoritariamente norteamericanos.
Juan Antonio Loyola era el copiloto y logró salir por la punta del avión, después de liberarse del cinturón de seguridad que se le había atascado. “No sentía frío ni miedo. Nadó 80 metros hasta la playa de Puerto Williams, vestido, con zapatos y con la jefa de cabina colgando de la espalda. Desde ahí miró la increíble escena: el avión que se mecía de un lado a otro, los pasajeros subidos a las alas tratando de salvarse, otros manoteando en el agua. Puerto Williams es una base naval. En minutos, el canal fue invadido por botes de rescate y patrulleras. No faltó mucho para que los cuerpos empezaran a ser depositados en la playa” (diario La Tercera, 08/01/2012).
