a transcurrió un año de resultar nosotros, jubilados provinciales, condenados a pagar para que nos paguen.
Nos sentenciaron despiadadamente a esperar que sus señorías, los nuevos patéticos señoras y señores de la nobleza política, se dignen a resolver cuando y cómo disponemos de nuestros haberes, malogrados por ausencia de aumentos y extirpando de nuestros derechos, el 82 por ciento móvil.
Es así , que, bajo pena de agravar tales maltratos y apropiándose de todo poder, pisotean nuestra condición de jubilados, tratándonos de privilegiados. Del privilegio gozan ellos, arrogándose autoridad que no tienen, para apropiarse de fondos ajenos, haciéndonos responsables de los que otros se robaron y a los que les debemos, en parte, padecer semejante atropello.
Un años atrás, cuando bajaron el martillo acusador y nos penalizaron como delincuentes, Gobierno, Legislatura y Justicia, fueron leales cómplices de tales castigos. Hoy, luego de decir, de hacer, de intentar una y otra vez, hacernos escuchar, no abandonamos el reclamo por lo justo, no negociamos derechos , ni nos acomodamos para recibir migajas, como si fuéramos pordioseros. No somos carroña, somos gente que trabajó y cumplió con la ley que nos jubiló.
Señorías, dejen de castigarnos, devuelvan lo que siempre fue nuestro. Es de cobardes tomárserlas con nosotros, quienes no podemos hacer medida de fuerza alguna y quienes usamos la palabra como herramienta de lucha , valiosa y digna.
Será posible creer que la razón, la que nos distitngue de los animales, se apodere de sus pensamientos y les permita actuar con justicia, verguenza y dignidad?
Serán capaces los legisladores, por primera vez, manejarse por sus propios medios, libres de mezquindades, acuerdos políticos y abandonar su rol de marionetas, por temor a perder posición y qué tanto más?.
Nosotros no somos culpables de nada, en todo caso de seguir creyendo que la tan nombrada y denostada Democracia, sigue siendo la mejor alternativa de gobernar y no la salvación de algunos, pisoteando el destino de muchos.
“Honestamente Jubiladas y sin privilegios”
