Un preso liberado denuncia el régimen de terror del presidio
El 17 de marzo de 1932

Un preso liberado denuncia el régimen de terror del presidio

17/03/2017
U

n preso que recobra la libertad se presenta ante el juez letrado de Santa Cruz, con jurisdicción sobre Tierra del Fuego, y denuncia el régimen de terror imperante en el presidio, exhibiendo las lesiones que había sufrido. Angel Luis Castello hace responsables de los maltratos y torturas al director del establecimiento penal, teniente primero retirado Adolfo Cernadas, y al alcaide Carlos R. Faggioli.
El juez inició el sumario y la investigación pudo comprobar hechos escalofriantes: “Provistos de cachiporras, confeccionadas con alambre trenzado y una bola de plomo en los extremos, los guardianes aplicaban bestiales palizas a los presos. A las cachiporras se agregaban como instrumentos de tortura, garrotes de leña, trozos de hierro y látigos, que destrozaban, fracturaban costillas, deshacían pulmones, provocando vómitos de sangre. A puntapiés se herniaban a los presos. Se retorcían testículos. Al ex boxeador Sturla a cachiporrazos le hicieron saltar la dentadura” (Manuel Ramírez. La ergástula del sur).
Se pudo constatar que había una práctica habitual de sacar al preso “de su celda a medianoche y se le obligaba a desfilar entre dos hileras compactas de guardianes armados con cachiporras y palos; cada uno iba descargando furiosos golpes sobre las espaldas del infeliz; éste se deshacía en gritos y llantos, dando tumbos de un lado para otro, corrido siempre por los golpes, forcejeaba inútilmente por escapar del terrible suplicio hasta que caía sin sentido”.
También se detectaron actos de un alto grado de “refinamiento morboso” y “sádico. En el castigo no sólo iba la intención de anonadar a golpes la víctima elegida, El goce mayor de esos esbirros estaba en las horas de terrible angustia, de terror espantoso que hacían vivir a los presidiarios que desde sus celdas, inermes en su encierro, debían escuchar a la fuerza los gritos y quejidos de los flagelados, a la par que las risotadas y denuestos de los verdugos”.
Martínez consideró que estos maltratos extremos “podría explicar los suicidios, los "accidentes", los tuberculosos, los idiotizados y locos que abundan en la historia del presidio de Ushuaia”.
El Juzgado condenó al ex alcaide, al subalcaide y a diecinueve guardianes del presidio de Ushuaia, acusados de infligir malos tratos y tormentos a los penados. La Cámara Federal de Apelación de La Plata confirmó el fallo.

Autor : Bernardo Veksler
Etiquetas
Cuál es tu opinión sobre la nota?
  • Me interesó
    100%
    12 votos
  • No me interesó
    0%
    0 votos