rabajadores representados por el Sindicato de Obreros de la Industria del Vestido y Afines (SOIVA), acudieron al Ministerio de Trabajo ayer para verse las caras con los apoderados de la empresa Yamana Sur, que cerró sus puertas esta semana sin mayor explicación.
El sindicato representa a los 40 trabajadores que atraviesan momentos de incertidumbre con relación a sus puestos laborales. Representantes de SOIVA se presentaron en la cartera laboral pero nadie acudió al encuentro en representación de Yamana del Sur.
Ismael Bozan, delegado y representante de los trabajadores, precisó que “estamos con las manos vacías, porque no tenemos contestación ni sabemos lo que va a pasar, porque tampoco estamos despedidos. No tenemos nada”.
Respecto de la fallida reunión en la cartera laboral, el trabajador precisó que “sabemos que hoy (por ayer) tampoco se iban a presentar porque hablé con la apoderada de Yamana del Sur y tienen la orden de no abrir la planta”.
“Hace cinco o seis años ocurrió algo similar y mucha gente quedó en la calle. Esperemos que no vuelva a ocurrir, pero dadas las circunstancias están todas dadas las cosas para que vuelva a pasar”, aseguró en referencia a una situación similar ocurrida en noviembre de 2011.
En ese sentido, lamentó que “esto ya pasó una vez, y pasa otra vez. Se llama a Buenos Aires y no hay contestaciones, estamos citados a una reunión y ni aparecen, yo quiero saber qué tipo de diálogo se puede tener con esta clase de empresarios”.
Por último, Ismael Bozan aseguró que “somos 40 familias que esperamos lo que pueda suceder. Qué más puedo decir, realmente ni yo sé en este momento para dónde vamos a ir o si vamos a cobrar o no; o si vamos a tener una indemnización o estamos despedidos. No sabemos nada de nada”, concluyó.
Industria confirmó preventivo de crisis
Por su parte el ministro de Industria de Tierra del Fuego, Ramiro Caballero, se refirió a la situación de Yamana del Sur y aseguró que “el sector textil está muy complicado, esto que pasó en principio no afectaría al resto de las empresas del rubro, que tienen producciones bastante equilibradas, pero tenemos que ir al día a día”.
Caballero confirmó en declaraciones radiales que el pasado viernes la empresa presentó un preventivo de crisis, pero que no advirtió en el contacto con los empresarios ningún indicio que indicar la intención de cerrar sus puertas.
“Estamos preocupados por el tema, nosotros vamos a ver la situación de cada trabajador. Por lo pronto, pretendemos que se les pague todo lo que corresponde a los trabajadores”, advirtió el funcionario provincial.
Así, develó que “si la empresa no reabre sus puertas apuntamos a incorporar a esos trabajadores a programas nacionales que dan un aporte mensual por seis meses, de parte del salario que han obtenido de promedio en los últimos meses”.
“Si quedan cesantes vamos a trabajar con todas las herramientas que tenemos para contener a esos trabajadores”, manifestó y a su vez, finalizó diciendo que “esperamos que la empresa reabra sus puertas, es el objetivo primordial, pero si no es así, hay que buscar de qué manera se contiene a estos trabajadores”.
