ste día, el gobernador Carlos Molina firma una resolución informando a la población de la entrada en vigencia de una ordenanza dictada por la Comisión de Fomento de Ushuaia. Es la primera vez que se deja constancia que los representantes de los vecinos establecen una norma de ese tipo, de la que no se han encontrado copias y se desconoce su contenido.
Durante ese mismo año, la Comisión de Fomento elaboró una reglamentación sobre alumbrado, que el gobernador puso en vigencia. En otra ordenanza se nombró inspector municipal ad honorem a Juan Lundberg a propuesta de la Comisión de Fomento. Los vecinos Gregorio Palacios, Miguel Rocha y Luis Fique integraron esa comisión y habían sido designados por el gobernador en octubre del año anterior.
“La integración de las primeras Comisiones de Fomento en la ciudad de Ushuaia se realiza durante” la gobernación de Manuel Fernández Valdés. Eran designadas por el Poder Ejecutivo mediante decreto. Estaban integradas por tres vecinos propuestos por el gobernador a la Dirección de Territorios Nacionales (Ministerio del Interior), la cual asesoraba al presidente sobre la conveniencia de las designaciones. Su período de funciones era generalmente de dos años y trabajaban ad honorem” (Arnoldo Canclini. Ushuaia 1884- 1984).
La puesta en funciones de la primera entidad municipal fueguina tuvo su punto de partida el 22 de agosto de 1907, cuando “el gobernador Fernández Valdés comunica al Ministerio del Interior que, habiendo cesado en sus funciones la Comisión Municipal de Ushuaia, por decreto del Poder Ejecutivo Nacional del 3 de agosto proponía los nombres de nueve vecinos para que se eligiera la primera Comisión de Fomento, ellos eran: Catello Muratgia, Luis Fique, Manuel Pereyra, Antonio Isorna, Antonio Sneider; Ramón Cortés, Victorio Llorente, Orlando Del Pino y Manuel Eiras. El entonces presidente (José) Figueroa Alcorta designó a los tres primeros”.
En una de las memorias anuales, Fernández Valdés explicó que para que las autoridades municipales puedan ser elegidas por la población, la localidad debía superar el millar de habitantes. El gobernador propuso que la Comisión de Fomento tenga las mismas atribuciones, en ese sentido, se hacía necesario que un decreto “establezca que sus funciones son las mismas que la ley señala a las municipalidades, que de otro modo no tiene razón de existir” (op. cit).
