“La Fronteriza” establece un destacamento en la cordillera
El 14 de julio de 1911

“La Fronteriza” establece un destacamento en la cordillera

14/07/2017
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ste día, la Policía Fronteriza establece un destacamento e iza por primera vez la bandera argentina en Súnica, en el oeste chubutense.
Esta fuerza fue creada con el fin de responder a la creciente demanda de seguridad en la zona, ante la radicación de nuevos pobladores que se veían afectados por bandoleros de diversas nacionalidades que se aprovechaban de la ausencia del estado.
Pero, la labor de “La Fronteriza” mereció cuestionamientos por la escasa efectividad de sus operativos.
El caso más resonante en el que tuvo que actuar fue el del secuestro del estanciero Lucio Ramos Otero. Éste pudo liberarse del sitio donde lo tenían detenido por su propia iniciativa. Pero a los pocos días, pudo constatar que los efectivos policiales no realizaban las debidas pesquisas para dar con los delincuentes. La patrulla dio con el campamento abandonado de los secuestradores, quienes daban evidencias de que “estaban por los alrededores y al fugarse ante las narices de los policías, “La Fronteriza” decide volverse para continuar luego su derrotero hacia el norte de la precordillera. ¡Exactamente en sentido contrario al que debían dirigirse!” (Ernesto Maggiori. La cruzada patagónica de la Policía Fronteriza).
Ante semejante inoperancia, “Otero junta de noche una tropilla y se marchará sin avisar. Nueve días más tarde tomaba el tren en General Roca rumbo a Buenos Aires. Allí sin perder tiempo comenzaría su campaña para denunciar su situación y la red de complicidades que se iban descubriendo”.
Por otra parte, la labor de “La Fronteriza” fue cuestionada también por los maltratos injustificados a que sometía a los sospechosos de algún ilícito. “La policía desconfiaba de los pobladores chilenos y siempre buscaba a los pobladores argentinos para proteger sus movimientos. A poco de acampar plantaron dos palos en el terreno y les ataron un largo lazo en el que a medida que llegaban los prisioneros les ataban uno de los tobillos y allí les dejaban tendidos en el suelo, con la pierna hacia arriba y amarrada con un fuerte nudo”.     
El titular de la fuerza fronteriza era el austríaco Mateo Gebhard, quien supo establecer fuertes lazos con los grandes estancieros. Tan es así, que después de ser exonerado de la policía estuvo “trabajando como administrador de la estancia Lago Posadas, propiedad de la firma Hobbs y Mauricio Braun en la precordillera santacruceña” (op. cit.).

Autor : Bernardo Veksler
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