ste día, José María Beauvoir, capellán de la Gobernación, encabeza la ceremonia de casamiento de Carlos María Moyano, gobernador del Territorio Nacional de Santa Cruz, y Ethel Turner, una joven malvinera. La mujer había arribado en la víspera a la capital del distrito en el paquebote Villarino. La ceremonia cuenta con la presencia de algunos nativos, “dos de los quillangos que le obsequiaron los tehuelches para la ocasión, fueron los más suntuosos jamás confeccionados en la Patagonia (…) Uno de los quillangos de pieles de zorro con flecos de colas del mismo animal, una junto a otra; tan grande que cubría el piso de una habitación de regular tamaño” (Patricia Halvorsen. Identidades enmascaradas en la Patagonia).
El matrimonio fue fruto del intento de Moyano de promover el interés de los ocupantes de las islas Malvinas para convertirse en colonos de las tierras vírgenes santacruceñas. Desde que asumió la gobernación, a la edad de 29 años, estuvo “listo a desplegar con éxito la política que propendía atraer hacia las tierras bajo su dominio a colonos idóneos en la cría de ovinos. Abocado a ese fin se dirigió a las Islas Malvinas y allí conoció a Ethel Turner”.
A pesar de las gestiones realizadas para confraternizar con los kelpers, Moyano, pocos meses después de haber contraído matrimonio, renunció al cargo por motivos de salud y “continuó sus actividades en Buenos Aires donde pasó a situación de retiro” como capitán de fragata de la Armada Nacional.
Del matrimonio Moyano – Turner nacieron dos hijos. Pero no serían los únicos descendientes del marino. La mestiza tehuelche María, “blanca, rubia, bastante buena moza”, fue “traída con sus dos hijos, prisionera junto a la tribu de Orkeke, creemos que hoy no ha de resultar una indiscreción recordar que estas criaturas eran hijas naturales de un militar de destacadísima actuación como explorador en la Patagonia y como éste al morir la madre, supo cumplir con su deber, dándoles su nombre, trayéndolos al norte para educarlos en la misma casa de su familia” (Nicanor Larraín. Un viaje en el Villarino. Citado por Patricia Halvorsen).
La mención del destacado militar explorador en la Patagonia, “sin lugar a dudas alude a Carlos María Moyano” (P. Halvorsen). Uno de los hijos naturales fue rebautizado como Ramón Moyano y habría fallecido en San Luis. Del otro descendiente se desconoce el destino que tuvo
