ste día, el buque oceanográfico “Calypso” fondea en puerto Foster, isla Decepción, donde el explorador Jacques Cousteau proyectaba realizar algunos estudios y filmaciones. Horas después, el primer oficial muere al ser alcanzado por el rotor del helicóptero.
El fallecimiento del tripulante del “Calypso” es denunciado ante las autoridades judiciales de Ushuaia. La intervención directa del tribunal federal de esta ciudad solicitada por el francés constituyó un efectivo reconocimiento de la soberanía argentina.
El barco había efectuado unos días antes una escala en la capital fueguina, produciendo un gran impacto en los vecinos.
La suerte no parecía estar con el documentalista francés, luego de la pérdida de su primer oficial, el “Calypso” sufrió una avería, “que obligó a Cousteau a dirigirse sin un motor hasta Punta Arenas, escoltado por la ATF “Yelcho” de la Armada de Chile” (El Pingüino, 23/11/2013).
Con el “Calypso” recorrió todos los mares y escribió uno de sus capítulos en aguas fueguinas. Hasta llegó a trascender que Cousteau tuvo curiosidad por explorar el lago Fagnano para poder tener certezas sobre su profundidad y probables conexiones marítimas.
El navío había sido botado en 1942 “y asignado a la Royal Navy”. En 1950, “fue adquirido por el millonario irlandés Thomas Guiness, quien se lo “alquilaba” a Cousteau a un franco por año, con la condición de no revelar el nombre del mecenas hasta su muerte.
El “Calypso” fue modificado y convertido “en buque de investigaciones oceanográficas dotándolo de laboratorios, gabinete fotográfico, una cámara de observación en el pie de roda, un heli-pad para un pequeño helicóptero, grúas y güinches hidráulicos y variado instrumental oceanográfico. Dos minisubmarinos con capacidad para operar hasta los 450 metros de profundidad, y amplio equipo de buceo, cámaras y fotografía submarina”.
Durante los años ‘60 y ‘70 la embarcación se convirtió en un ícono de la investigación oceanográfica, a través de los numerosos documentales y de sus innumerables viajes.
En 1996, el navío se hundió en “Singapur, tras colisionar con una barcaza. El episodio estuvo rodeado de misterio e, incluso, se llegó a decir que se trató de un atentado. Un año después, falleció Cousteau. La embarcación fue rescatada” y se inició su reparación, pero, sin financiamiento, se generó un litigio entre la fundación Cousteau y el astillero.
