ste día, continúan el debate, iniciado en la víspera, del Parlamento chileno para tratar el presupuesto nacional. Los recursos públicos destinados a subsidiar a las misiones salesianas generaron una intensa polémica.
“Los legisladores anticlericales calificaron la presencia salesiana como extranjerizante, supraestatal, ineficiente y que se ha enriquecido a costa del Estado. De todos modos la subvención fue aprobada. La polémica pasó a la prensa entre los periódicos “El Chileno”, que defendía a los Salesianos y “El Magallanes”, que los atacaba. La acusación de su presencia “extranjerizante” no apuntaba solamente a su nacionalidad italiana, sino a la implementación de la misión en el sector argentino de Tierra del Fuego engendrando una duplicidad de enseñanzas e ideales patrióticos”. La cuestión más irritante era la dependencia del obispo Cagliero, quien residía en Buenos Aires y era acusado “de adicto al gobierno argentino” (María Andrea Nicoletti. El Modelo Reduccional Salesiano en Tierra del Fuego. CONICET).
Entre las voces críticas se encontraba el senador Juan Castellón, quien consideró que eran demasiados recursos por el poco aporte que hacían los misioneros a los nativos. En tanto, el senador Agustín Ross aprovechó la ocasión “para denunciar las matanzas de los estancieros a los indígenas por “robo de ganado” (...) Ante el impacto político de esta denuncia, el ministro Isidoro Errázuriz responde que ha enviado un funcionario a la zona a investigar. El debate se desliza entonces al problema de la seguridad de las fronteras. El senador por Llanquihue, Abdón Cifuentes advierte sobre la presencia inglesa en la isla y la escasa presencia chilena, salvo Punta Arenas, en el extremo sur. Como ciudadanos ingleses habían sido asesinados por los indígenas el gobierno inglés ante la falta de protección de las autoridades chilenas, tenía la excusa perfecta para intervenir. La presencia salesiana, aduce el senador, no sólo contiene a los indígenas a un costo mucho más bajo de lo que al gobierno le debería aportar, sino que su obra es una presencia “civilizadora” que resguarda las fronteras de la Patria”.
No obstante haber obtenido los subsidios previstos, los salesianos también se vieron enfrentados con el gobernador magallánico Manuel Señoret, por la forma inconsulta con la que el funcionario trataba a los nativos capturados.
