Los anglicanos toman posesión de una isla de las Malvinas
El 5 de febrero de 1855

Los anglicanos toman posesión de una isla de las Malvinas

05/02/2018
E

ste día, los misioneros de la “South American Mission Society” se establecen en la isla Vigía (Keppel), de las Malvinas, con acuerdo del gobierno usurpador, para utilizarla como base de operaciones de su proyecto de instalación en Tierra del Fuego.
Arribaron a bordo de la goleta “Alien Gardiner”, al mando del capitán William Parker Snow.
El paso inicial fue tomar contacto con los nativos de Picton, para “posibilitar a los misioneros la adquisición de su lenguaje. Primero se les debe enseñar inglés, lo que les permitirá ser instructores más eficientes en su propio idioma, y ahorrar mucho tiempo, ya que son extremadamente rápidos imitando sonidos y repitiendo palabras extranjeras correctamente [...] Durante el curso de su educación (…) los indígenas deben ser empleados en la labranza de pequeñas parcelas de tierra de jardín, así como en el cuidado de acciones en la granja de pastoreo” (citado por Sergio Esteban Caviglia, en Malvinas: Soberanía, Memoria y Justicia).
El instructivo sostenía que “recién después se cruce la frontera”, para iniciar “una serie de cortas y repetidas visitas, las cuales, siendo inteligentemente conducidas, seguramente llevarán hacia el fin deseado: la estadía permanente en el país”.
Snow realizó varios viajes al Beagle, para convencer a los nativos de que viajen a Malvinas. Luego escribió críticas a los anglicanos: “lo civilizado se ha convertido en un mero apoyo a la falsa superioridad (…) los hombres salvajes a menudo se creen superiores a nosotros en muchas cosas, y para tratar correctamente con ellos debemos demostrar que podemos cazar, pescar, cantar, hablar, bailar, y soportar las dificultades, así como ellos”.
Algunos jóvenes canoeros aceptaron viajar a la misión. Snow criticó el tipo de labores que realizaban en Malvinas, “en donde deben hacer trabajos que nada tienen que ver con lo que hacen en sus hogares” y consideró a la “Isla Vigía como un lugar de encierro y esclavitud (...) Podrán ser salvajes, degradados, miserables (…) Pero ellos tienen corazones tanto como nosotros, y su forma de pensar no puede ser la misma que la nuestra sobre este tema. Vayamos nosotros hacia ellos, antes que persuadirlos que vengan con nosotros”.
Finalizó con una reflexión: “Es una lástima que las pasiones del hombre y la arrogancia deben distorsionar una religión de amor en una de virulencia y de asunción dogmática” (op.cit.).

Autor : Bernardo Veksler
Etiquetas
Cuál es tu opinión sobre la nota?
  • Me interesó
    100%
    7 votos
  • No me interesó
    0%
    0 votos