Se concreta el primer sobrevuelo argentino en la Antártida
El 7 de febrero de 1942

Se concreta el primer sobrevuelo argentino en la Antártida

07/02/2018
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ste día, un avión “Boeing Stearman 76D-1”, perteneciente a la Escuela de Aviación Naval, concreta el primer sobrevuelo de territorio antártico por parte de una aeronave argentina. La unidad había sido convertida en hidroavión, al reemplazarle su tren convencional de ruedas por dos flotadores.
La dotación del avión estuvo integrada por el teniente de fragata Eduardo Lanusse, como piloto; el cabo principal Erik Blomquist, como mecánico de abordo; y el cabo primero Antonio Silva, como radio operador y fotógrafo.
La aeronave fue trasladada en el transporte ARA "1º de Mayo", que se convirtió en el primer buque de la Armada con capacidad para llevar a bordo un avión. El buque zarpó de Buenos Aires el 14 de enero, realizó escalas en Puerto Belgrano y Ushuaia, y arribó a la isla Decepción el 6 de febrero.
“La operación de desembarque del “Stearman” era riesgosa, ya que debía ser izado con la pluma del guinche, para luego ser bajado por una de las bandas y depositado en el agua, evitando que el balanceo del buque o el viento antártico lo golpeara contra el casco y lo dañara; no más sencilla era la tarea de embarque, que requería la coordinación del piloto y mecánico; este último una vez que acuatizaban debía ubicarse sobre el ala e intentar conectar, con el avión en marcha y guiado por el piloto, el gancho de la pluma del buque con los cáncamos del avión” (http://www.marambio.aq).
El avión fue bajado en aguas de Puerto Foster, donde levantó vuelo para realizar un reconocimiento y tomas fotográficas de la isla.
Cinco días después, se repitió la operación en el archipiélago Melchior, volando sobre el estrecho de Gerlache.
Cabe consignar la precariedad de la aeronave, dado que el “Stearman” tenía la cabina abierta, con la única protección de un pequeño parabrisas. Los tripulantes se preservaban de las bajas temperaturas (treinta grados bajo cero) con sendos gamulanes de cuero forrados con piel de cordero, “antiparras que se escarchaban, los pies se entumecían y las manos se encontraban insensibles”.
“La tarea durante el vuelo era ardua para los dos tripulantes, además de verificar la normal operación de la aeronave en esas extremas condiciones, debían realizar el relevamiento aerofotográfico, la comunicación con las estaciones y la exploración de rutas de aguas libres, para el avance del buque ARA "1º de Mayo" y su posible acuatizaje”.

Autor : Bernardo Veksler
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