ste día, en la bahía Kanakouch, los miembros de la expedición francesa al Cabo de Hornos desentierran el cadáver de Lapouch Kipa, una yámana de 30 años que había fallecido cinco días antes.
Cómo una práctica habitual de los hombres de ciencia de la época, trasladaron los restos de la mujer hacia la sede de la Misión Anglicana de Ushuaia, donde llevaron a cabo la operación de descarnar el cadáver y prepararlo para el viaje que, poco después, realizarían a Europa.
La denominada “Misión Científica al Cabo de Hornos” recorrió el archipiélago fueguino entre 1882 y 1883, con el propósito de efectuar observaciones referidas al planeta Venus. Además de las observaciones astronómicas, llevó a cabo una memorable recolección de datos referidos a las ciencias naturales, la hidrografía y la etnografía. También aportó una cantidad enorme de fotografías de los nativos que poblaban el extremo austral de Tierra del Fuego, que nutrieron los archivos del Museo del Hombre de Francia. En la comandancia de la expedición estuvo el capitán de fragata Louis – Ferdinand Martial y la nave que utilizaron para su recorrida fue la “Romanche”.
Los franceses, en general “mostraron respeto y sensibilidad hacia los yaganes con los que convivieron en la bahía Orange, al sur de la isla Grande de Tierra del Fuego. A diferencia de otros colonizadores, no emplearon nunca la violencia contra ellos e incluso el médico de la expedición, Paul-Daniel Hyades, advirtió a Thomas Bridges del nocivo efecto que la misión anglicana tenía sobre los yámanas, aunque desgraciadamente no fue escuchado. Los expedicionarios nos legaron un valioso archivo fotográfico además de interesantes notas sobre su cultura y sus costumbres. Sin embargo, siguiendo la bárbara costumbre de la época, se llevaron una importante colección de cráneos y esqueletos a Francia” (www.facebook.com/reydelapatagonia).
Los cadáveres de los nativos se fueron acumulando “en los sótanos del Musée de l'Homme de París, conformando un colección de miles de restos humanos expoliados y saqueados” de las regiones más recónditas.
“En aplicación de las leyes internacionales que exigen la restitución de los restos humanos de los Pueblos Originarios y con el protagonismo de las comunidades yaganes de Chile y Argentina, los restos de Lapouch Kipa deben retornar a Tierra del Fuego. Sin demora” (op.cit.).
