l diario “La Nación” publica, este día, un artículo escrito por Roberto J. Payró, quien cubría la gira patagónica del presidente Julio Argentino Roca, reflejando las actitudes del mandatario a bordo del crucero “Belgrano” y las demandas de los pobladores de las distintas zonas de la región.
El diario porteño “asumió un rol visible que se podría caracterizar como de mediador entre las demandas públicas y los factores de poder, como cuando consigna el “viva la Provincia de Bahía Blanca” que alguien del público pronunció al paso del presidente o cuando se hace eco del pedido de protectorado o de apoyo británico para formar una “nación patagónica galense” independiente que –según el Times de Londres- habrían solicitado colonos del Chubut, como un síntoma del abandono en que el Estado argentino mantenía la región” (Pedro Navarro Floria. Visitar al soberano).
Un aspecto que despertó la curiosidad de Payró fue “el hecho de que varios de los antiguos colonos galenses sepan hablar la lengua de los indios e ignoren por completo el castellano”.
“Roca estaba visiblemente conmovido y satisfecho de haber emprendido este largo viaje, y de encontrar ya despierto el espíritu nacional en regiones que, a la verdad, podrían considerarse hasta ayer desligadas de nuestra vida institucional…”.
Luego, Payró añadió: “Las cosas prácticas que de esta excursión pueden nacer (…) serán la iniciación de una era de progreso para la Patagonia, llamada a tan grandes destinos”.
La gira presidencial tuvo como elemento destacado la reunión con su par chileno para avanzar en la resolución de los diferendos limítrofes. En cuanto a la región, ante las demandas locales, Roca prometió “dividir en dos la gobernación de Santa Cruz”, la “compra de varias embarcaciones estatales, la construcción de pontones y cuarteles en Rawson y Río Gallegos, la extensión de la línea telegráfica costera, la solicitud de sucursales del Banco de la Nación en ambos territorios y la instalación de nuevas escuelas”.
Para Tierra del Fuego se liberó el corte de madera, como también la caza de lobos marinos y el lavado de oro. “A favor del poblamiento, se estimularía el asentamiento de los gendarmes y soldados y la formación de familias, se proporcionaría ayuda alimentaria a los indígenas fueguinos y se apoyaría la labor de los misioneros anglicanos en Ushuaia” (op.cit.).
