l cuerpo del capitán de fragata español Javier Montojo Salazar, que falleció al caer al mar en forma accidental en la Antártida, llegó ayer a Ushuaia a bordo del buque de investigación oceanográfica Hespérides (A-33) donde tuvo lugar un acto en honor del marino antes de que sus restos fuesen repatriados a España por vía aérea.
La ceremonia realizada en la cubierta del barco polar, en el muelle de la capital fueguina, incluyó un responso religioso y un breve discurso del comandante de la embarcación, capitán de fragata Aurelio Fernández Dapena.
El féretro del militar, cubierto con una bandera española, fue elevado luego sobre la superficie de la embarcación y depositado en tierra donde lo esperaba un vehículo oficial para su traslado al Aeropuerto Malvinas Argentina de la ciudad más austral del mundo.
El acto fue seguido con muestras de emoción por la tripulación del Hespérides y acompañado por acordes de la banda de música del Área Naval Austral.
Autoridades militares argentinas y españolas, funcionarios provinciales y diplomáticos formaron parte del homenaje realizado sobre el Canal Beagle.
“Venimos a rendirle los honores que merece una persona de un país hermano como la Madre Patria”, afirmó el vicegobernador de Tierra del Fuego, Juan Carlos Arcando.
El funcionario sostuvo, además, que “cuando se hace un trabajo de investigación en la Antártida (como era el caso de este marino) no se lo hace para un país sino para toda la humanidad”, señaló.
Arcando mencionó que el gobierno fueguino “se puso a disposición” para agilizar los trámites previos del traslado del cuerpo, y precisó que un avión de la Fuerza Aérea española, que llegó a Ushuaia antenoche, trasladó los restos del capitán fallecido directamente a España.
Un hombre “de gran sensibilidad”
Por su parte el comandante Fernández Dapena explicó a EDFM que el accidente ocurrido en proximidades de la base española "Juan Carlos I" de la isla Livingston, en la Antártida, se produjo en circunstancias “desconocidas”.
“El capitán estaba en cubierta y cayó al mar por motivos desconocidos. Desgraciadamente su caída no fue advertida y cuando nos dimos cuenta habían pasado unas horas. Volvimos a buscarlo y encontramos el cuerpo ya sin vida”, detalló.
El capitán del Hespérides recordó que el marino “llevaba 30 años de servicios en la Armada española. Había trabajado en hidrografía, en importantes proyectos de investigación, y actualmente en el proyecto Galileo que pretende analizar las señales del nuevo sistema de navegación satelital europeo”, indicó.
Según el comandante, Montojo Salazar era un hombre “de gran sensibilidad” y “muy querido por sus amigos”.
El militar fallecido estaba casado y tenía una hija, mientras que actualmente vivía junto a su familia en el municipio de Rota, dentro de la provincia española de Cádiz.
“Todos recordaremos su especial simpatía y don de gente, y su especial sensibilidad. Su profesionalidad y compromiso con su trabajo lo han llevado a entregar su vida al mar, tal como había jurado”, destacó Fernández Dapena.
El Hespérides, que zarpó el 24 de noviembre pasado del puerto español de Cartagena (este) para comenzar la campaña antártica 2017-2018, con una tripulación formada por casi un centenar de personas, volverá a la Antártida para “recoger personal científico y cerrar las bases temporales”, informó el capitán del barco.