Comenzó un juicio por presunta mala praxis
Por la muerte de una mujer luego de una cesárea

Comenzó un juicio por presunta mala praxis

Carina Adriana López falleció dos días después de haber dado a luz a su hija en la Clínica San Jorge, en abril de 2011. El acusado es el ginecólogo Marcelo Torroba. Investigan si al momento de la intervención se había descartado o no una patología llamada “preeclampsia” que ocasiona un aumento de presión arterial durante el embarazo. El médico prestó declaración indagatoria y se proclamó inocente. Comenzaron a declarar los primeros testigos.
17/04/2018
E

l ginecólogo de Ushuaia Marcelo Antonio Torroba se proclamó inocente ayer en el inicio del juicio oral y público donde se lo juzga por presunta mala praxis médica a raíz del fallecimiento de una mujer hace siete años.
Torroba está imputado del supuesto delito de “homicidio culposo”, por la muerte de Carina Adriana López, quien falleció dos días después de haber dado a luz a su hija mediante una cesárea realizada por el conocido profesional de la ciudad.
El médico de la Clínica San Jorge prestó en la víspera una declaración indagatoria en la que se defendió de los cargos que le endilga la acusación fiscal y aseguró que el deceso de la mujer no se produjo como consecuencia de un error en su desempeño.
La exposición del ginecólogo estuvo focalizada en desmentir que la paciente sufriera de “preeclampsia”, una patología vinculada con el embarazo que genera un aumento de la presión arterial y que de acuerdo a la acusación habría derivado, en este caso, en un daño en el hígado y en una hemorragia que no pudo ser controlada por los médicos.
Según Torroba, se trataba de una paciente que “en toda su evolución durante el embarazo, y en lo que me compete a mí durante el último mes, tenía estudios negativos y se había descartado esta patología”.
También mencionó que, de acuerdo a la declaración del marido de la mujer fallecida, nunca había sufrido de hipertensión y que ella misma así lo dijo cuando se le preguntó antes de la cesárea.   
“Todo hizo descartar la patología. No consta en las tres historias clínicas que existió la enfermedad y en todo momento se descartó”, afirmó Torroba ante el Tribunal Oral en lo Criminal de Ushuaia.
A su vez, explicó que la situación que se presentó seis horas después de la cirugía, resultó de “una gravedad inusitada” y luego se corroboró que obedecía a un sangrado producto de “una ruptura hepática”.
De acuerdo al requerimiento fiscal de elevación a juicio, Torroba le practicó una cesárea a la mujer el 20 de abril de 2011 a las 9.45.
Carina López se encontraba cursando un embarazo de 40 semanas y 5 días al momento de dar a luz, y la operación realizada en la Clínica San Jorge se llevó a cabo debido a que la bebé se encontraba en una posición inadecuada para poder llevar adelante un parto natural.
En la acusación del Ministerio Público Fiscal, se menciona que, al producirse la intervención, el profesional “causó una inflamación en el hígado que, inmediatamente, produjo un sangrado de manera incesante que derivó en una falla multiorgánica y paro cardiorrespiratorio”.
El fallecimiento de la mujer ocurrió el 22 de abril a las 8 de la mañana, luego de que los médicos no pudieran detener la hemorragia, y según la Fiscalía, la responsabilidad penal del acusado consiste en no haber tomado los recaudos antes de la intervención.

El deber de cuidado

El abogado que representa a la parte querellante, Alberto Rojo, declaró ayer a FM Aire Libre que Torroba no tuvo el “deber de cuidado” con la paciente y que ello derivó en el desenlace fatal.
Rojo mencionó que informes de peritos forenses demostrarían que el ginecólogo “no tomó los recaudos para mitigar la patología que presentaba la mujer y tratarla en forma prematura”, teniendo en cuenta que “ya había sido medicada por presión alta durante el embarazo”.
El querellante tuvo en cuenta que las denuncias de mala praxis “es muy difícil” que lleguen a la instancia de un juicio oral, y recordó que en este caso, el Juzgado de Instrucción sobreseyó al médico, pero un fallo de la Sala Penal de la Cámara de Apelaciones revocó esa decisión y ordenó la elevación de la causa a juicio. Incluso sostuvo que la defensa había solicitado la suspensión de juicio a prueba (más conocida como probation) a la que la justicia finalmente no hizo lugar.
El Tribunal de Juicio que juzga a Torroba está presidido por el juez Rodolfo Bembihy Videla, con las vocalías de los jueces subrogantes Felicitas Maiztegui Marcó y Manuel López, mientras que interviene en el caso el fiscal Eduardo Urquiza y el abogado defensor es Raúl Paderne.
Tras la declaración del imputado comenzaron ayer las primeras declaraciones testimoniales.

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