on la firma del secretario Juan José Paso y del presidente Cornelio Saavedra, la Primera Junta adopta, este día, una resolución sobre las islas Malvinas, considerando que el archipiélago estaba dentro de su jurisdicción territorial.
“Habiendo notado que después de haberse resuelto en Junta Superior de Real Hacienda que para los gastos y pagamentos se considere en adelante el establecimiento de Malvinas como un buque navegando, y todos los empleados en aquel destino como dependientes del mismo buque, debiendo seguirse la misma razón por la Marina, del mismo modo que las demás embarcaciones de guerra con arreglo a sus particulares y privativas ordenanzas; se hacen presentaciones en solicitud de algunos pagos por las Cajas Reales, y aún se han mandado por esta Superioridad ejecutar varios en los de esta Plaza, (…); he determinado que en adelante se satisfagan por el Ministro de Marina de este Apostadero todos los sueldos, gratificaciones, jornales y demás gastos que ocurran en dicho establecimiento o pertenezcan a él, sean de la clase que fueren, para conservar la unidad en el modo tan necesaria…”
En otro párrafo, señala: “con esta fecha prevengo a los de Tesorería General del Ejército y Real Hacienda que le remitan copias certificadas de las Reales Ordenanzas que haya en la misma Tesorería General, sobre asignaciones o algunos otros puntos de Malvinas, cuyas noticias sean precisas al citado Ministro, y lo traslade a V. Mercedes para su inteligencia y cumplimiento en la parte que les toca, debiéndose tomarse razón en el Tribunal de Cuentas” (Ernesto J. Fitte. Crónicas del Atlántico Sur).
Luego de haberse constituido el gobierno, la junta se encontró con numerosas dificultades para ejercer su labor. “La carencia de unidades de guerra –la pequeña cañonera “Vizcarra” fue la única nave que se incorporó a los patriotas-, motivó también que la Junta Provisional descuidase la vigilancia e inspección de los puertos de la Patagonia, y poco o ninguna atención pudo dedicar a la abandonada guarnición de las Malvinas” (op.cit.).
A pesar del bloqueo decretado por las fuerzas realistas de Montevideo, los patriotas procuraron “cuidar a todo trance la integridad territorial junto con la hegemonía heredada”, por esa razón, dispusieron estas medidas en una sesión de tablas, a sólo cinco días de haber asumido el gobierno de Buenos Aires.
