a jueza del Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego, María del Carmen Battaini, reconoció en una entrevista con EDFM que “faltan mujeres” en la estructura jerárquica del Poder Judicial de la provincia, en especial al frente de los diferentes juzgados que componen la pirámide judicial.
De todos modos, la también presidenta del Consejo de la Magistratura, se manifestó con dudas respecto de implementar mecanismos que regulen el ingreso femenino a esos estamentos, y sostuvo que se trata de un tema “para estudiar y profundizar”.
Battaini también contó algunas anécdotas de su carrera profesional referidas a las dificultades que se le plantearon para acceder a determinados cargos, o simplemente al cursar la carrera de abogacía, solamente por el hecho de ser mujer.
La magistrada fue designada hace pocos días como presidenta de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia (Jufejus) y se convirtió así en la primera mujer en ejercer el cargo, en la historia de ese organismo federal creado en 1994.
EDFM: ¿Qué es la Jufejus y qué objetivos tiene?
María del Carmen Battaini: Es una organización que nuclea a los poderes judiciales de todo el país y que funciona desde 1994. Su función primordial es defender la independencia judicial. También ser un soporte de los superiores tribunales de justicia para generar políticas institucionales de acuerdo a las necesidades de cada región y de cada provincia. Y generar acciones de capacitación.
EDFM: ¿Y qué significa presidir la Jufejus en términos de responsabilidad?
MDCB: Primero nos honra porque es un reconocimiento a los logros que se han conseguido en la provincia. No es fácil cambiar ciertos paradigmas y hemos trabajado mucho en ello. Por eso digo que el cargo implica una gran responsabilidad.
EDFM: ¿Qué prioridades tendrá su presidencia?
MDCB: Vamos a reanalizar las comisiones de trabajo. Ya hemos nombrado a un coordinador para esa tarea que será quien se postulaba conmigo a la presidencia. La idea es que cada provincia pueda trabajar con mayor eficiencia y eficacia. Tenemos que reconocer lo que se ha hecho hasta ahora y mejorarlo. Un punto clave es la digitalización. Ya estamos haciendo pruebas para conectar a todas las provincias a un sistema de aulas virtuales.
EDFM: ¿Qué significó para usted como mujer el nombramiento en la Jufejus?
MDCB: Fui propuesta para el cargo, a principios de este año, por el Foro Patagónico de Superiores Tribunales. También había otra propuesta de un juez de Corte de la provincia de Formosa. Soy la primera mujer en ser elegida para el cargo y eso significa mucho. Yo tengo 67 años y empecé mi carrera judicial a los 18. Imagínese que las mujeres hemos tenido que vencer muchos prejuicios y dificultades en todo este tiempo.
EDFM: ¿Cuál de esas dificultades recuerda todavía hoy?
MDCB: En la facultad recuerdo que había profesores que nos rechazaban. Había uno, por ejemplo, que nos hablaba a dos compañeras que nos sentábamos siempre adelante, intentando demostrar que éramos buenas, y nos decía: “¿para qué vienen ustedes? Las mujeres están para lavarles las camisetas a los maridos”. Son esas cosas que al principio se toleran, pero que van marcando un sesgo en la vida de cada uno.
EDFM: ¿Cómo transformó ese tipo de experiencias en algo que le sirviera?
MDCB: Son experiencias fortalecedoras. Sirven para pensar que eso no le puede pasar a otra, o para preguntarse cómo se hace para que otras mujeres puedan obtener el mismo espacio que una. Y a veces no se trata de hombres nada más. Hay muchas mujeres en contra del mismo género. Una especie de machismo femenino.
EDFM: ¿Le pasó algo de eso en su carrera también?
MDCB: Si claro. Recuerdo mi primer concurso para acceder a un cargo de prosecretaria administrativa de la Cámara Civil. Había 17 postulantes y yo era la única mujer. Mis amigas, que también trabajaban en tribunales y pasaban por las mismas cosas que yo, me dijeron: “¿para qué te vas a presentar?, si no te van a elegir”. Y pasó algo muy gracioso. El juez era machista, pero también era muy honesto. Nos convocó a todos los postulantes a su despecho y nos dio su palabra de que iba a elegir al mejor de la terna. Resulté ser yo, y me designó igual. Por eso siempre hay que intentarlo.
EDFM: ¿Faltan juezas o funcionarias en cargos de jerarquía en la Justicia de la provincia?
MDCB: Sí faltan. Tenemos muchas mujeres dentro del Poder Judicial. Es más, somos de las provincias que estamos dentro de una paridad del 50% con los varones. Lo que ocurre es que en cargos relevantes, o de alta dirección, tenemos menos. Muchas menos.
EDFM: ¿Se puede regular el ingreso de mujeres para que accedan más a ese tipo de cargos?
MDCB: Podría ser. Pero con el límite de la idoneidad. Hay que pensarlo, porque a veces la regulación sale en contra. Habría que probar alguna variante. También hay un tema a observar, y es que no muchas mujeres se presentan a cargos, por ejemplo, de juezas.
EDFM: ¿Y a qué lo atribuye?
MDCB: Habría que estudiarlo. A lo mejor no hay interés. Es una tarea a la que hay que dedicarle mucho tiempo, dejar un poco de lado la familia. Quizá no es tan redituable como el ejercicio de la profesión en otros ámbitos. No sé, lo digo simplemente como posibles hipótesis. La verdad es que no lo sé. Lo que sí me parece es que hay que revertir esa situación e incentivar a las mujeres a que se presenten en mayor cantidad. Ese sería un gran primer paso.
