n momentos en que tienden a polarizarse las posturas sobre las tendencias a adoptar un lenguaje inclusivo, que si va con “e”, que si la RAE no lo aprueba, que si niños y niñas o que si “niños” abarca los dos géneros… dejamos un poco de lado (¡un poco!, para los más susceptibles) la verdadera importancia de ser inclusive, o inclusivo, en fin… Esto también es lenguaje inclusivo.