Un preso confía en su liberación pero es enviado a Ushuaia
El 22 de agosto de 1915

Un preso confía en su liberación pero es enviado a Ushuaia

22/08/2018
E

ste día, desde la Penitenciaria Nacional, Jesús Pérez escribe una carta a su hermana, residente en Galicia, donde expresa su certeza de que el próximo año va a recuperar la libertad, “no falta casi nada se pasa enseguida”. Reafirmando su esperanza, le pide a sus hermanos “que cuiden mucho a nuestra madre traten de no darle ningún disgusto (…) que me falta a mí bien poquito y después les sabré agradecer” (Carlos Pedro Vairo. El presidio de Ushuaia. Tomo II).
Se desconoce la causa de su condena y las sucesivas cartas fueron remitidas al Museo Marítimo de Ushuaia por el hijo de su hermana, quien las había guardado cuidadosamente.
En tres cartas posteriores, Pérez reafirma su convicción del inminente fin de la condena: “ustedes me dicen que cuando es el día de mi libertad a menudo, pues ya está bien próximo así que cuando menos lo piensen me tienen en la calle así que no se aflijan por eso porque ya queda bien poquito y bien pronto les diré el día”.
Pero, en la cuarta misiva, del 26 de noviembre de 1916, le informa a sus parientes que había sido trasladado al Presidio de Ushuaia “hasta cumplir la condena que me han dado, pero ya no falta mucho (…) yo me creía que salía en este año pero me fracasó, pero pronto pienso recuperar mi libertad aunque no te puedo decir el día…”
La situación había cambiado drásticamente, las nuevas condiciones de encarcelamiento le estaban resultando insufribles. “Aquí hay nieve todo el año así que ya ves que hace mucho frío y está muy caro todo”. Para mitigar la situación le pide: “ropa gruesa interior de vagueta (franela)”, “una frazada”, “un pañuelo de pescuezo y de la mano, jabón de la cara, toalla”. Finaliza solicitando premura: “apresúrate a mandar todo lo más pronto posible”. Luego, la instruye sobre el envío y que sólo debe abonar el flete, porque el ingreso de productos estaba desgravado.
“Por lo que sabemos el paquete debe haber llegado pero no fue a tiempo, o es posible que ya estuviera enfermo desde antes. Esta fue su última carta. Como en la familia, por razones de vergüenza, dignidad, o el motivo que imperase, no se habló más de él y recién hace unos años (2002) recomenzaron la búsqueda los parientes”, queriendo saber cómo fueron los momentos finales de su vida (op.cit.).
Pérez falleció, antes que le llegue el socorro, de una enfermedad pulmonar a principios de 1917.

Autor : Bernardo Veksler
Etiquetas
Cuál es tu opinión sobre la nota?
  • Me interesó
    100%
    5 votos
  • No me interesó
    0%
    0 votos