Un francés adopta dos perros de nativos y los lleva a su país
El 16 de octubre de 1895

Un francés adopta dos perros de nativos y los lleva a su país

16/10/2018
E

l naturalista francés Pierre Hyades, luego de haber convencido a una familia yámana de que le obsequiara una pareja de cachorros, decide regresar a su país con los ejemplares de perros fueguinos.
En su exploración de la bahía Orange, en enero de 1883, Hyades logró que los canoeros le entreguen “un par de ejemplares de distinto sexo”. Los llevó a su casa de Punta Arenas donde los crió. “Ya encariñado con Tapan y Katekita, macho y hembra, tales los nombres indígenas cuyo significado se desconoce, decide llevárselos a su residencia de París, como perritos falderos” (Jorge Daniel Vilches. Revista Todo es Historia N°461).
El francés los dibujó y efectuó apuntes sobre las características de los canes: “tomado desde su pequeño talle, el perro fueguino se destaca por sus orejas derechas, grandes, muy puntiagudas; además tiene el aspecto de un animal más bien salvaje que doméstico, que lo hace parecer a un chacal. El color de su pelaje es extremadamente variable, puede ser uniformemente de un gris leonado, o marrón, que hace contribuir a su semejanza con éste último; con frecuencia también el color blanco forma el fondo y el cuerpo está veteado de grandes manchas negras (Tapan) o leonadas (Katekita)”.
Se desconoce el destino que tuvieron los ejemplares de perros fueguinos, pero podría presumirse que dejaron su impronta genética entre los canes galos.
El perro fueguino acompañó la suerte vivida por sus compañeros yámana, haush y selk´nam, desapareciendo de la naturaleza de la isla. La ciencia lo bautizó como Canis Pseudalopex Lycoides. Subsiste un esqueleto de la especie en el Museo de Estocolmo y un ejemplar embalsamado en un museo salesiano.
Sobre su adopción por los nativos, “los arqueólogos solo pueden especular con que su lento proceso de domesticación tuvo lugar en algún momento entre 2.000 y 5.000 años antes del presente, con la captura de un grupo de cachorros huérfanos de zorros colorados que fueron llevados hasta un grupo familiar de cazadores selk´nam, aunque otra hipótesis indica que los cánidos ya formaban parte del bagaje cultural de estos grupos, en su viaje desde el continente y cuando todavía se codeaban con gliptodontes y caballos enanos. Otras fuentes, más extremas, señalan que este perrito no tendría más de 200 o 300 años, ya que los primeros viajeros que hacen referencia a su existencia son del siglo XVIII” (op.cit.).

Autor : Bernardo Veksler
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