a ONG escocesa “South Georgia Heritage Trust” (SGHT) comienza a planificar su proyecto de recuperar el equilibrio natural de las islas Georgias del Sur, mediante la erradicación de los roedores que fueron proliferando en los últimos dos siglos.
En 2011, se puso en marcha la fase de instalación de trampas y los trabajos se ampliaron en las temporadas 2013/14 y 2015/16. Un equipo de biólogos completó la segunda fase del programa, utilizando helicópteros que esparcieron unas 200 toneladas de veneno para ratas, en más de 580 kilómetros cuadrados de las islas. Utilizaron “brodifacoum”, que no es soluble en agua, evitando su filtración en las napas subterráneas o vías fluviales.
La siguiente temporada el grupo regresó y terminó el trabajo, con la previsión de que el archipiélago quede libre de ratas en 2015.
Después de casi una década de planificación y cuatro campañas de trabajo sobre el terreno, el equipo de científicos y técnicos anunció, el 8 de mayo pasado, el logro de “la erradicación total de los roedores introducidos en esta isla por la acción humana, logrando uno de los mayores éxitos humanos en la recuperación del equilibrio natural de la naturaleza” (Diario La Vanguardia, Barcelona, 09/05/2018).
Dando muestras de una enorme capacidad de adaptación, los roedores se fueron instalando en las islas, trasladados en las bodegas de los barcos balleneros. Cohabitaron con los cientos de operarios que se establecieron allí para procesar los subproductos de los cetáceos. Luego, se adaptaron a la naturaleza de la isla, provocando daños muy importantes a las poblaciones locales de aves, dado que su alimento fueron huevos y pichones.
Muchas aves marinas anidan y crían a sus pichones en las islas porque han estado históricamente a salvo de los depredadores, hasta la llegada de las ratas. Particularmente amenazaron la existencia de dos especies que no se encuentran en ningún otro lugar de la Tierra: la cachirla o bisbita de Georgia del Sur y el pato piquidorado de Georgia del Sur.
La isla tiene una superficie de 3.903 kilómetros cuadrados (160 km. de largo por 30 km. de ancho) y está ubicada a unos 1.300 kilómetros de las Malvinas y a 1.700 de la isla de los Estados.
Para llevar a cabo esta exitosa campaña en favor de la naturaleza, la SGHT recaudó unos ocho millones de euros para ejecutar este proyecto de recuperación del hábitat natural.
