yer tras el accidente llamó la atención que, incluso luego que se llevaron a los adolescentes protagonistas del vuelco, un perro labrador observó la escena y se quedó echado a metros del vehículo observando el rodado insistentemente. Algunos vecinos no pudieron evitar mencionar que era una actitud de alerta del animal o de prestancia al rescate de alguna persona en caso de que fuese necesario. En fin, la presencia del animal no pasó desapercibida y resultó llamativa para más de un transeúnte que pasaba por el lugar.