as actividades cotidianas, tanto comerciales como domésticas, generan un volumen de basura que resulta difícil dimensionar. Todo está en perfecto equilibrio en la naturaleza; pero nosotros nos encargamos de quitarle lo que nos sirve y “crear” desechos a partir de lo que no sirve, para devolvérselo generando contaminación en michos casos. Esta foto nocturna tomada un día de semana en la zona céntrica de la ciudad -previo a que el servicio de recolección lo retire- es prueba de ello. La basura llega a ser un fenómeno social que resulta casi invisible, hasta que un día la montaña nos tape.