l concejal del bloque Cambiemos, Tomás Bertotto, ingresó este miércoles el proyecto de modificación del código de planeamiento urbano de la ciudad con el fin de prohibir la instalación de salmoneras en el Canal Beagle.
En sus fundamentos la iniciativa considera que “nuestro Código de Planeamiento Urbano debe significar un hito histórico en este peregrinaje de construcción de identidad, sin opacos posicionamientos ideológicos que destruyan nuestro escudo cultural marino” y especifica que “es muy riguroso nuestro Código cuando establece la directa protección de la zona costera marina, a través de la noción de reserva de costa de mar”.
Asimismo se remarca que “la idea de reserva de costa para la sociedad es una idea viva, cotidiana; un reservorio ideológico en construcción permanente que une al hombre y su mar” y que “en ella reside el origen de nuestra vocación marítima”. Alerta que “dejar librado este espacio a los avatares de un sistema productivo o de una matriz productiva representaría limitar nuestra vocación con un tinte meramente productivista en desmedro de un autorreconocimiento colectivo”.
Si bien el proyecto aclara que “como mandato constitucional, la Provincia ejerce jurisdicción sobre las aguas que bordean nuestro ejido” existe la posibilidad de “regular la utilización que se pretenda hacer sobre nuestro espacio, en el marco de nuestras competencias”.
Insiste en que es “necesario regular todo tipo de ejercicio de la salmonicultura en nuestra jurisdicción, además de que podría vulnerar flagrantemente nuestro régimen jurídico provincial”.
Para Bertotto “La problemática ambiental y paisajística del cultivo de salmónidos debe ser analizada desde una perspectiva jurídica global, en el marco de un sistema jurídico que envuelve normas provenientes de diferentes ámbitos y niveles”.
El Edil recordó además que “la Constitución Provincial protege expresamente el derecho a gozar de un ambienta sano, físico y social libre de factores nocivos para la salud” y la conservación de los recursos naturales y culturales y los valores estéticos que permitan asentamientos humanos dignos, y la preservación de la flora y fauna. También la protección de este derecho es un deber de todas las personas que viven en la provincia ya que deben evitar la contaminación y participar en la defensa del medio ambiente.
En el detalle de la Reserva Costa de Mar incluye la prohibición de “toda construcción, instalación y montaje asociados con la actividad acuícola de especies exóticas, particularmente salmónidos”.
Bertotto aseguró que la instalación de salmoneras produce la “contaminación sistemática del lecho marino con antibióticos, la desaparición de la fauna endémica producto del escape de salmones” como así también “el deterioro de la pesca artesanal en el territorio”.
Advirtió que “además del riesgo sanitario de la producción de salmones en estas condiciones no son tan graves como los efectos ecológicos. Los salmones se alimentan de la fauna autóctona del lugar”.
