ste día, en las inmediaciones del lago Yehuin, se produce un cruento enfrentamiento entre los clanes selk´nam del norte y del sur del río Grande, consumando una verdadera batalla campal con una elevada mortandad de nativos.
“Los hombres del Norte solo tenían ansiedad por vengarse de los del Sur. Ya habían conseguido armas de fuego y salieron a buscarlos. Ambos grupos se habían desplazado hacia el sudeste. El encuentro se produjo en las cercanías del lago Yehuin, donde un ataque tuvo lugar en la madrugada del 15 de febrero de 1902. Una serie de descargas eliminó a varios de los que se despertaron al oír los tiros. Otros fueron muertos a flechazos. Bridges aporta detalles del combate, que fue la culminación sangrienta de la lucha entre clanes. Los que se salvaron buscaron refugio en Harberton, hasta donde los persiguieron sus enemigos que acampaban cerca. El número de víctimas fue muy elevado y, aunque desde Ushuaia se trató de ayudar, la carencia de recursos lo hizo muy limitado” (Arnoldo Canclini. Indios fueguinos vida, costumbres e historia, citado por la página web MomentosTDF).
El violento desplazamiento de los nativos, por la ocupación de su espacio vital por parte de los forasteros devenidos en estancieros, generó una migración de los clanes selk´nam del norte hacia el sur, avanzando sobre las tierras de otros clanes. El respeto a esas jurisdicciones era el basamento consuetudinario de la convivencia entre los nómades pedestres. Los afectados por la afluencia de familias de otros territorios reaccionaron con violencia por el quebrantamiento de ese pacto no escrito que regulaba la vida de ese pueblo originario fueguino.
La gran cantidad de víctimas que quedó en el campo de batalla, que no fue el único enfrentamiento interclanes ocurrido, aceleró la decadencia de la etnia que se venía produciendo fruto de las persecuciones de las bandas armadas por los estancieros y de las epidemias importadas por los europeos.
Esta batalla campal propició el surgimiento del mito de “El paso de los brujos”. Cuando se circula por “la Ruta Nacional Nº 3 –a la altura de Estancia Arroyo- la ‘energía’ que se percibe en el lugar es especial. Sobre todo si se circula por la noche”. Muchos viejos pobladores creen que ese sitio quedó impregnado de la carga energética dejada por el sangriento enfrentamiento entre clanes selk´nam (op.cit.).
