De Agostini parte a la primera conquista de la cima del Olivia
EL 28 DE FEBRERO DE 1913

De Agostini parte a la primera conquista de la cima del Olivia

28/02/2019
E

ste día, el salesiano Alberto De Agostini, acompañado por Agustín y Abel Pession, emprende la marcha hacia la cumbre del monte Olivia. En la partida, “casi todo el pueblo se reúne para despedirlos con los mejores deseos. De pronto un espontáneo gesto, un vecino le alcanza una bandera argentina”, y le dice: “Llévela, padre. Y colóquela allá arriba, si consiguen llegar a la cumbre”. De Agostini “toma el regalo como un augurio de buena suerte” (Germán Sopeña. Monseñor Patagonia).
El grupo había estudiado la posible ruta “con ayuda de poderosos prismáticos (…) De Agostini decide que iniciarán el ascenso por la margen izquierda del río Olivia, rumbo a los glaciares menos fracturados (…) sobre la vertiente sudeste de la montaña”.
Al superar la travesía boscosa, llegan a un claro, cercano al comienzo de la piedra desnuda”, donde disponen “el campamento para pasar la noche. Han empleado unas seis horas para subir hasta una altura de sólo 270 metros (…) debido a las dificultades del terreno”. Luego de un largo rodeo, deciden girar hacia “la cara sudoeste del Olivia”.
A las 5,30 reinician la marcha. Atados con cuerdas, “llegamos a la cima de las morenas frontales de un pequeño glaciar (…) a una altura de 850 metros. Frente a nosotros se yergue su punta piramidal” y encaran la etapa más riesgosa del ascenso.
Luego de superar un tramo con roca poco consistente, “notamos (…) que hemos avanzado muchísimo”. Una pared vertical es el nuevo objetivo. “Por una resquebrajadura que hallamos en aquel paredón, tratamos de llegar a la cresta septentrional”, pero, se complica el clima, se oscurece y comienza a soplar el viento.
No obstante, continúan la marcha “por la delgada cresta entre peñascos sueltos, teniendo a uno y otro lado pavorosos precipicios” y aparece el último tramo: “una afilada aguja que en un principio tomamos por la punta; pero (…) detrás de ella se levanta otra más alta aún, que es la cúspide más elevada del monte Olivia (…) Abrazamos en un santiamén el vértice del primer torreón, en el que descendemos lentamente por una profunda grieta, subimos la pared opuesta, y es entonces cuando podemos dar el grito de la victoria (…) Son las diez y media” (op.cit.)
Colocan la bandera, que flameará hasta febrero de 1948, cuando David Münzim alcanzó por segunda vez la cumbre de 1.326 metros y la retiró como prueba de la hazaña consumada por De Agostini.

Autor : Bernardo Veksler
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