alter Pérez, un joven de 29 años, que iba al mando de un Peugeot 206, sufrió fractura de cadera y su vida corrió peligro, luego de un grave siniestro vial que sucedió ayer a la madrugada en Río Grande y que fue desencadenado por un conductor que manejaba en estado de ebriedad.
Pablo Maldonado, de 31 años, guiaba un auto Citroën C4, a excesiva velocidad y bajo los efectos del alcohol. En la rotonda de acceso al aeropuerto de Río Grande, se cruzó de carril y chocó de frente contra el Peugeot de Pérez, quien no pudo hacer nada para tratar de evitar la colisión frontal.
El incidente vial sucedió alrededor de las 3.00 de la madrugada de este lunes, en circunstancias que Walter Pérez regresaba del aeropuerto Ramón Trejo Noel, donde se había dirigido para dejar a sus padres que debían tomar un vuelo con destino a Buenos Aires, pero el cual abortaron cuando se enteraron, por un aviso de la Policía, del grave choque ocurrido, que puso en riesgo la vida de su hijo.
Tras el choque, Maldonado se bajó de su automóvil y emprendió la huida del lugar corriendo, pero a unos cien metros personal policial lo pudo atrapar, gracias a que algunos testigos indicaron que se trataba de quien guiaba el Citroën. Lo llamativo de todo es que se pudo constatar que el conductor alcoholizado se desempeña en la Dirección de Tránsito de la Municipalidad y que ya tenía un antecedente similar de conducir borracho.
Luego de la intervención policial, acudió al lugar del incidente una unidad sanitaria para trasladar a Walter Pérez, quien había perdido la conciencia por un fuerte golpe en la cabeza. Además, no se podía movilizar por sus propios medios porque no sentía las piernas, después se pudo establecer que tiene una fractura en la cadera.
El joven herido, brindó testimonio de lo ocurrido a la emisora Aire Libre FM. Allí relató que se acuerda haber visto el auto de Maldonado a alta velocidad y en un momento dado se cruzo hacia su carril y no le dio tiempo a hacer nada. “No se que quiso hacer pero no pude hacer nada para evitar el choque”, dijo.
Walter Pérez dijo que temió por su vida. “Pensé que me moría”, dijo conmovido, quien además contó que se había enterado que Maldonado era inspector de tránsito y que tenía un antecedente de haber manejado un automóvil en estado de ebriedad.
Hecho confirmado
Autoridades de la Municipalidad de Río Grande confirmaron que en agosto del año pasado, Pablo Maldonado estuvo implicado en un incidente en la vía pública, manejando en estado de ebriedad y que en aquellas ocasión había tenido un altercado con personal de la Policía de la Provincia.
El agente de tránsito recibió en aquella oportunidad una medida disciplinaria de suspensión por el plazo de 20 días, sin goce de haberes, cumplido lo cual retornó a la Dirección de Tránsito pero en tareas administrativas, sin prestar servicio en controles en la vía pública.
Ahora, con este nuevo antecedente grave en su comportamiento, donde no sólo manejaba borracho y desencadenó un grave incidente vial, sino que además se quiso dar a la fuga, las autoridades municipales indicaron que aplicarán todo el rigor disciplinario, aplicando un castigo más severo que puede llegar a ser el pase a disponibilidad, mientras su sustancia un sumario para ser echado de la función pública.
