Las olas enormes de hasta treinta metros son más frecuentes
EL 10 DE MAYO DE 2005

Las olas enormes de hasta treinta metros son más frecuentes

10/05/2019
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a Agencia Satelital Europea (ESA) concluye un estudio sobre olas gigantescas, que se elevan hasta unos treinta metros, que han sido aceptadas como una causa central en el hundimiento de buques de gran tamaño. Los satélites ERS de la ESA han podido determinar la existencia generalizada de estas olas y se está estudiando su origen.
Los marineros que han sobrevivido a tales encuentros cuentan historias notables. En febrero de 1995, el trasatlántico Queen Elizabeth II se encontró con una ola gigante de 29 metros de alto durante un huracán en el Atlántico Norte.
Durante la semana entre febrero y marzo de 2001, olas gigantes de 30 metros destrozaron las ventanas del puente de dos robustos cruceros turísticos, el “Bremen” y el “Caledonian Star”, en el Atlántico Sur. El primero quedó a la deriva sin navegación ni propulsión durante dos horas. Cabe acotar que "Los incidentes se produjeron a menos de mil kilómetros de distancia entre sí", dijo Wolfgang Rosenthal, científico que ha estudiado las olas gigantes durante años. "Toda la electrónica fue apagada en el Bremen mientras éste derivaba en paralelo a las olas, y hasta que se encendieron nuevamente, la tripulación pensaba que ese podría haber sido su último día de vida” ( European Space Agency).
"El mismo fenómeno podría haber hundido navíos menos afortunados: en promedio, se hunden dos buques por semana, pero las razones nunca se estudian con el mismo detenimiento que un desastre aéreo. Sencillamente se lo atribuye al «mal tiempo»".
Mediciones efectuadas por radar en varias plataformas petroleras del mar del Norte, registraron 466 choques de olas gigantescas en doce años. Estos datos ayudaron a convencer a científicos anteriormente escépticos, que sostenían que esos fenómenos eran muy poco frecuentes.
El hecho de que las olas gigantes se produzcan con relativa asiduidad tiene importantes implicaciones económicas y de seguridad, dado que los barcos y plataformas de altamar actuales están construidos para soportar únicamente olas con una altura máxima de quince metros.
En diciembre de 2000, la Unión Europea inició el proyecto científico llamado “MaxWave”, que permitió confirmar la aparición generalizada de olas gigantes. Ahora se aprestan a realizar modelos de cómo se producen y considerar sus implicancias en los criterios de diseño para las estructuras de barcos y plataformas de altamar.

Autor : Bernardo Veksler
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