Popper propone la isla de los Estados como un presidio natural
EL 26 DE JULIO DE 1891

Popper propone la isla de los Estados como un presidio natural

26/07/2019
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a isla de los Estados “responde a las exigencias más escrupulosas para hacer de ella un presidio natural, inmejorable. La isla está llamada a ser tarde o temprano, el Presidio de la República, porque para ese fin ofrece todas las ventajas”, argumenta Julio Popper, en una conferencia pronunciada, este día, en el Instituto Geográfico Argentino (J. Carlos García Basalo. Revista Todo es Historia N°366).
En otro tramo de su exposición enfatiza: “Allí no se precisan murallas ni fortificaciones; un solo buque de la armada sería ampliamente suficiente para hacer imposible toda tentativa de evasión. Abunda el material para las construcciones y el combustible es inagotable; las condiciones higiénicas son excelentes, y los presidiarios gozarían de relativa libertad, (…) exentos de la atmósfera desmoralizadora de las penitenciarías y dedicados a un trabajo benéfico y productivo. Allí podrían instalarse fácil y económicamente talleres de carpintería, fábrica de muebles, tornerías y tonelerías (…) podría establecerse un astillero para embarcaciones y (…) fábricas que transformarían la abundante madera en pasta de papel…”
Pocos años después, la experiencia con los presidios instalados en San Juan de Salvamento y Puerto Cook desmentirían contundentemente lo afirmado por Popper. Luego de su visita a la isla, Carlos Gallardo, enviado por el Ministerio del Interior, consideró que “el clima de la Isla de los Estados es uno de los más malos que se conoce. Llueve aproximadamente 280 días al año y la humedad es enorme. La nieve, el viento, el frío, son fenómenos que caracterizan la región (…) esa humedad constante (…) hace que los penados del presidio militar estén expuestos a adquirir enfermedades  graves cuyo desenlace no se hace esperar. La mortalidad alcanza entre los penados al 10% (…) La regeneración moral del individuo no puede efectuarse en este medio…”
A la opinión de Gallardo se sumaron otras, que convencieron al Ejecutivo Nacional de trasladar el presidio a Ushuaia. Pero, cuando esto se estaba consumando, se produjo un hecho sangriento que contradijo la seguridad pregonada por Popper.
En diciembre de 1902, se produjo una sublevación y la fuga de 51 reclusos, luego de tomar el presidio y asesinar a dos centinelas y herir a otros dos, abordaron embarcaciones ancladas en el puerto y algunos de ellos pudieron alcanzar la costa fueguina.

Autor : Bernardo Veksler
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