l intendente de Río Grande y gobernador electo, Gustavo Melella, volvió a reclamar públicamente al Gobierno provincial por la deuda de coparticipación que mantiene con el Municipio a su cargo, al que ubicó por encima de los 285 millones de pesos.
Dijo que más allá del plantear públicamente la situación, se están enviando notas al Ministerio de Economía de la provincia reclamando formalmente esas acreencias.
A principios de semana el subsecretario de Finanzas de Río Grande, Guillermo Fernández, había justificado la existencia de “algún problema de liquidez” en el Municipio producto de que “nos estén adeudando los fondos de la planta potabilizadora, que llegan a los 60 millones, y de coparticipación por alrededor de los 300 millones”.
La Gobernadora salió al cruce de estos dichos. Cuestionó que desde el Municipio de Río Grande se pretenda desconocer el momento complicado que se está viviendo por la retracción de fondos que implican las últimas medidas tomadas por el Gobierno Nacional. “Yo entiendo que no lo quieran merituar para poder criticarme, pero ahora ya terminó el proceso electoral” indicó y dijo que aspira que en el proceso de transición se “termine con la victimización y la crítica permanente. Es una etapa donde me parece que más que hablar hay que gestionar y trabajar, en lugar de vivir del Twitter permanente”, apuntó en referencia a quien asumirá la conducción del Ejecutivo fueguino a partir del 17 de diciembre próximo.
Ayer, quién se sumó a este cruce mediático fue el actual Intendente de Río Grande. Aun cuando Melella aseveró que “no queremos discutir por los medios, porque eso no le aporta nada al vecino”, dijo que “la realidad es que la deuda es muy grande y no se le está enviando a Río Grande el dinero que corresponde" y que “esperamos que el Gobierno provincial envíe estos fondos que le corresponden a Río Grande, porque esos recursos son muy importantes para que el municipio continúe acompañando a los vecinos con las obras y las políticas que llevamos adelante”, o que “al menos haya previsión de pagos".
El Gobernador electo indicó que "estamos trabajando en una situación complicada que viven nuestros vecinos y la provincia, con crecimiento del desempleo y la pobreza. Es difícil también avanzar con obras porque no hay precios. Es un momento muy complicado. Por eso evitamos la confrontación, porque los vecinos necesitan estar en paz y no que estemos peleándonos, pero la verdad es que nos deben y es nuestra obligación reclamar y defender los recursos de la ciudad”, subrayó.
Metiéndose de lleno en la transición, aseveró que "recibimos muchísima información de malestar por nombramientos en planta permanente. No soy yo el que sale a decir la cantidad de pases de planta política a planta permanente, lo están diciendo los trabajadores", sostuvo, y adelantó que “cuando asumamos vamos a tomar las medidas que tenemos decididas”. En ese punto dejó en claro que “tiene que haber equidad: si hay una persona que hace años que está esperando y otra que, por otros motivos ingresó antes, eso no está bien. Porque el Estado no está para eso”, abriendo de esta manera la puerta a una posible revisión de designaciones en planta permanente dispuestas por la actual gestión gubernamental.
