n grupo de personas que realizaban una travesía a caballo por Península Mitre, tuvo la grata compañía de un pingüino de gran tamaño que prácticamente acompañó su cabalgata, durante varios metros. El video pertenece a Adolfo Imbert. La naturaleza es sabia y como si fuera la Antártida el pingüino comenzó la marcha. Esta ave marina no voladora es única que está adaptada perfectamente para el buceo. Con preciosos colores y su forma de andar tan graciosa este espécimen repartió alegría a los presentes.