Envían soldados a los prostíbulos y las pupilas los rechazan
EL 17 DE FEBRERO DE 1922

Envían soldados a los prostíbulos y las pupilas los rechazan

17/02/2020
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ste día, la oficialidad reúne “a los soldados”, que habían sido enviados por el gobierno nacional a Santa Cruz para intervenir en el conflicto entre peones y estancieros, y se les explica “que iban a ir al prostíbulo en tandas (…) con términos bien claros para que entendieran todos”. El suboficial que estuvo a cargo de la instrucción “dio detalles de cómo se debe hacer uso de una prostituta y no contagiarse una gonorrea o un chancro” (Osvaldo Bayer. La Patagonia Rebelde).
Esta curiosa decisión de los jefes militares se concretó después de haber aplastado la huelga de los peones santacruceños y fusilado a centenares de ellos. La comandancia, a cargo del teniente coronel Héctor Benigno Varela, se proponía premiar y distender a la tropa luego de la desigual y sangrienta represión que habían consumado.
Los oficiales organizaron la concurrencia a los prostíbulos, avisándoles previamente a las regentas de esos locales que los soldados iban a presentarse sucesivamente en grupos para acceder al local y tomar contacto con las pupilas.
“En San Julián se avisó a Paulina Rovira dueña de la casa de tolerancia ‘La Catalana’ (…) Pero cuando la primera tanda de soldados se acercó al prostíbulo, doña Paulina Rovira salió presurosa a la calle y conversó con el suboficial” para explicarle la decisión que habían adoptado “las cinco pupilas del quilombo” de negarse a recibir a la tropa.
“El suboficial y los conscriptos lo toman como un insulto, una agachada para con los uniformes de la Patria. Además, la verdad es que andan alzados. Conversan entre ellos y se animan. Todos en patota, tratan de meterse en el lupanar. Pero ahí salen las cinco pupilas con escobas y palos y los enfrentan al grito de ‘¡asesinos! ¡Porquerías!’, ‘con asesinos no nos acostamos’”.
 “Las cinco mujeres eran Consuelo García, 29 años, argentina, soltera; Ángela Fortunato, argentina, casada, 31, modista; Amalia Rodríguez, argentina, soltera, 26; María Juliache, española, soltera, de 28 años y siete de residencia en el país y Maud Foster, inglesa, soltera, 31 años, con diez de residencia y “de buena familia”; antecedentes tal cual aparecieron en los amarillos papeles del archivo, asegura Bayer” (Jorge Castelli y Patricia Halvorsen. Esas mujeres en la Patagonia Austral).
La historia de estas valientes mujeres fue rescatada por Bayer, originándose reiterados homenajes y obras de teatro para recordarlas.

Autor : Bernardo Veksler
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