ientíficos españoles e italianos estudian las mortales estalactitas oceánicas (brinicles), considerando, al mismo tiempo, que pueden ofrecer información sobre escenarios marinos propicios para el surgimiento de la vida.
Los investigadores verificaron que estos carámbanos de salmuera huecos pueden medir desde unos centímetros hasta varios metros de longitud, y se forman súbitamente bajo el hielo marino flotante en aguas antárticas.
"El trabajo publicado en la revista ‘Langmuir’, ha demostrado que estos tubos de hielo ‘podrían haber jugado el mismo papel clave que se atribuye a las fuentes hidrotermales en las teorías sobre el surgimiento de la vida en ambientes cálidos’, argumentan los expertos.
La formación de estas estructuras tubulares que sólo se dan en aguas saladas (…) puede generar pequeñas vesículas y tubos facilitando una dinámica de fluidos rica en nutrientes y un escenario para la aparición de la vida en aguas frías” desde “hace miles de millones de años (Revista Escafandra, mayo de 2013).
Los investigadores hicieron “el análisis más completo realizado hasta la fecha sobre el origen y estructura de los brinicles”, cuya formación “depende fundamentalmente de la interacción entre salmuera altamente concentrada y el agua cerca de su punto de congelación, los gradientes de densidad y concentraciones iónicas y la formación de hielos”.
Los científicos Julyan Cartwright e Ignacio Sainz Díaz creen que en otros lugares del sistema solar podrían existir estructuras similares a los ‘brinicles’, “por lo que el mecanismo de formación de estos tubos de hielo podría ser importante en el contexto de los planetas y sus lunas, cubiertos de océanos de hielo".
La BBC, en 2011, realizó un documental cerca del archipiélago de Ross en la Antártida. Hasta entonces, al tratarse de un fenómeno realmente extraño, sobre el tema no había demasiado material. Los ‘brinicles’ se forman bajo el hielo en el mar en el preciso instante en el que un flujo de agua extraordinariamente fría y muy salina se congela y crece desde el hielo que flota en el mar, hacia el fondo. Y lo hace a una velocidad sorprendente.
Es un fenómeno mortal pues destruye todo lo que toca, al provocar que el agua se congele a su alrededor. Cuando crece hasta alcanzar el lecho marino, se convierte en una estalactita mortal, congelando a los seres vivos que quedan atrapados bajo la columna de hielo.
